miércoles, 26 de diciembre de 2012


NUESTRO FUNDAMENTO:
 LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

 “Y el Dios de paz que trajo de vuelta de los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno”(Heb. 13:20, Versión inglesa King James). Considero que la referencia que el apóstol hace a la liberación de Cristo de la tumba es el fundamento sobre el cual el apóstol basa la petición que sigue. Creo que este es uno de los versículos más importantes del Nuevo Testamento, así que voy a poner toda mi atención en cada una de sus palabras tanto más si se considera que en la actualidad la gente casi no entiende parte de su maravilloso contenido. Primero observaremos el carácter con que el Señor es presentado aquí; en segundo lugar, examinaremos la obra de Dios, al levantarlo de los muertos; en tercer lugar, la conexión entre esa obra y su oficio como “Dios de paz”;  cuarto, cómo es que la causa meritoria de ello fue 1a sangre del pacto eterno"; y quinto, la poderosa motivación que los méritos de la obra de Cristo producen, para alentar a los santos a acercarse confiadamente al trono de la gracia donde podrán obtener misericordia y hallar gracia para el tiempo de necesidad. Que el Espíritu Santo se digne ser nuestro Guía al ponderar en oración esta parte de la Verdad.

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