lunes, 7 de mayo de 2012

LA BELLEZA DEL ALMA



LA BELLEZA DEL ALMA
Cada día la mujer busca ser más bella, busca tener un cuerpo de modelo, siente en la belleza su seguridad, compra cremas costosas para no tener arrugas en la piel, diferentes tipos de operaciones para verse exteriormente bien.

Abigail dice la Biblia que era una mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia (1ª Samuel 25:3), así como ella también era Ester, una joven de hermosa figura y de buen parecer. (Ester 2:7)

¿Que es lo que hace que las mujeres sean hermosas?
Reconocer que la hermosura la da Dios. Ezequiel 16:14 Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor.

Temer a Dios. Proverbios 3:7,8 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.

Tener buen entendimiento. Prov.11:22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.

Ser integras.Esto es que nadie tenga mal concepto de ti, en las diferentes áreas en que te desenvuelves, en tu casa, en tu trabajo, en tu escuela, en el banco, etc. (Cantares 4:7 Toda tu eres hermosa, amiga mía, y en ti no hay mancha)

Adquirir Sabiduría. Porque adorno de gracia será sobre nuestra cabeza, en Job 4:21 Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Y mueren sin haber adquirido sabiduría. La sabiduría la obtienes y viviendo la palabra

Ser prudente cuando hablemos. Proverbios 20:15 Hay oro y multitud de piedras preciosas; Mas los labios prudentes son joya preciosa.

Ser alegre. Aunque no este bien nuestra situación. Dice en la Biblia en Job 8: 21 Aún llenará tu boca de risa, Y tus labios de júbilo. Proverbios 15:13 El corazón alegre hermosea el rostro Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

No ser altiva, Salmo 18:27 Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos. Proverbios 21:4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.

Cuidar lo que ven nuestros ojo. Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. Si no cuidas tus ojos dice Proverbios 23:33 Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.

Ser sinceros. Job 33:3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.

Pedir a Dios su gracia. Salmo 45:2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

Cuidar nuestro corazón y nuestro espíritu. Antes que el vestirnos con vestidos lujos. 1 Pedro 3:3-5 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

Cuidar nuestro cuerpo. Usar cada uno de nuestros miembros para alabanza de Dios en Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios

Nuestro rostro va a lucir bello, cuando busquemos la presencia de Dios en Éxodo 34:29 no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.

Mujer, es bueno cuidar tu apariencia exterior, pero si aprendes a cultivar la belleza interior, a través de la hermosura de la santidad de Dios, de la presencia del Espíritu Santo y la gracia de Jesucristo, entonces como dice Job 11:14-16 levantaras tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás; y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron".

Lo que es el amor según Corintios 13







Amor es una palabra tan corta, pero con un significado muy profundo, hay quienes consideran que el amor, después del don de la vida, es el don Divino mas preciado. Todos los seres humanos hemos sido provistos con la sublime capacidad de amar.

¿Qué es el Amor?; Larousse lo define como “Sentimiento que inclina el animo a lo que le place”, demasiado simple, ¿no creen?, el amor es algo difícil de explicar ya que es algo que se entiende cuando se vive, para lo cual es más fácil de entender si identificamos las tres dimensiones del amor, que en forma resumida son:

El amor AGAPE se refiere al sentimiento de amor que tenemos para con Dios

El amor PHILOS (filial) se refiere al sentimiento de amor para con nuestros parientes y amigos

El amor EROS se refiere al amor que sentimos por nuestra pareja.

En cualquiera de los tres casos, aplica la descripción que manifiesta el apóstol Pablo en I Corintios 13 quien dice que el amor.....

ES SUFRIDO.- Esto implica que de alguna forma compartimos el dolor (como propio) de quien amamos y estamos dispuestos a sufrir por ello, Jesús sufrió la muerte y muerte de Cruz por amor a nosotros.

ES BENIGNO.- Esto quiere decir que es bueno, noble, de sana intención y propósito.

NO TIENE ENVIDIA.- No desea lo que no es suyo, ni se molesta por el bien de la persona amada.

NO ES JACTANCIOSO.- Es decir que no se alaba a si mismo, no es presuntuoso por la calidad de su sentimiento.

NO SE ENVANECE.- Quiere decir que no es vanidoso ni egoístamente orgulloso.

NO HACE NADA INDEBIDO.- No actúa en lo que esté fuera de la voluntad de Dios, así como en nada que lastime o lesione a la persona amada.

NO BUSCA LO SUYO.- Se preocupa por la persona amada y no busca su propia satisfacción.

NO SE IRRITA.- Es decir no siente ira con quien ama.

NO GUARDA RENCOR.- Es decir que perdona y olvida, aunque haya sido muy lastimado, no tiene nada en contra de la persona amada, es por ello que Dios quien nos ama, cuando nos perdona, jamás se vuelve a acordar de nuestro pecado. (Miqueas 7:18)

NO SE GOZA DE LA INJUSTICIA MAS SE GOZA DE LA VERDAD.- Jamás se alegra cuando falta la aplicación de la justicia, no usa artimañas y tampoco le miente a la persona amada, pues se regocija en la verdad.

TODO LO SUFRE.- Es decir que acepta el precio de su amor sin reclamar nada. No puedo dejar de pensar en Jesús quien aceptó injurias, atropellos, injusticias, solo por amor a nosotros.

TODO LO CREE.- Quien ama, no duda de la persona amada pues la entrega es total, le manifiesta una confianza plena.

TODO LO ESPERA.- Es paciente, espera todo de su amor, sin pensar que algo pudiera hacerle cambiar de sentir.

TODO LO SOPORTA.- Acepta todo lo que venga de la persona amada, le ama tal y como es y le da todo su apoyo.

EL AMOR NUNCA DEJA DE SER.- El verdadero amor, nunca cambia, y nunca desaparece.

El amor cuando es genuino, cumple con TODAS estas características, así que es muy válido que meditemos en cada una de ellas y las utilicemos para valorar primeramente a nuestro amor por Dios, así sabremos si realmente le estamos amando o es solo una emoción pasajera. Después pensemos en la persona amada (nuestra pareja), donde de faltar algún requisito, es síntoma que el amor aun no esta maduro, lo que nos ayudará a valorar la relación e incluso a definirla, en el caso de un noviazgo da la pauta para tomar una decisión muy importante y trascendental, y en al caso del matrimonio requeriremos del Señor para fortalecer las áreas débiles.

Por ultimo hagamos este mismo ejercicio para valorar nuestro amor y cariño por nuestros parientes, padres, hermanos y demás familiares así como para con nuestros amigos, de seguro que vamos a descubrir aspectos muy interesantes de nuestra relación con ellos y sabremos los puntos que debemos fortalecer.

El apóstol Pablo es muy claro cuando dice, que de nada sirve conocer muchas lenguas, tener don de la profecía, tener sabiduría, repartir nuestros bienes, sacrificarnos y cualquier otro don o virtud, si no hay amor en nuestras vidas. Dios nos hizo seres afectivos, todos tenemos esa capacidad, el primer fruto del Espíritu Santo que enumera Pablo en el libro de Gálatas 5:22 es el amor, así que todo aquel que tiene a Cristo en su corazón ha sido bendecido con el amor, por tanto debemos ejercitar ese fruto de Dios en nuestra vida.

El Hermano Pablo – EL HORNO DE LA AFLICCIÓN


 Eran seis hombres, los seis dominicanos, que querían escapar del horno de la aflicción.  No tenían trabajo.  No tenían dinero.  No tenían esperanzas.  Así que se metieron dentro de un cajón de mercancías de un barco que partía de Santo Domingo hacia Miami, Florida.
Esperaban llegar en menos de veinticuatro horas.  Pero tardaron tres días.  La temperatura dentro del cajón subió y subió hasta llegar a 54 grados centígrados.  Cuatro de los hombres murieron de deshidratación.  Pero Daniel Fernández, de diecinueve años de edad, y su amigo Raúl Mesa, de veinticuatro, sobrevivieron.
En medio de ese infernal horno le habían rogado a Dios: «Por favor, Señor, ¡ayúdanos a sobrevivir!  ¡No nos dejes morir así!» ¡Cuántos no serán los dramas que ocurren a diario en las diversas fronteras de este mundo!  Son los dramas de personas que a toda costa desean salir de su condición precaria debido a la pobreza y el desempleo, y pagan grandes sumas de dinero, dinero que difícilmente consiguen, para que los introduzcan ilegalmente a lo que ellos piensan es la tierra de promisión.  Esos jóvenes dominicanos vivieron ese drama.
La frase «el horno de la aflicción» es una frase bíblica (Isaías 48:10) que describe a cabalidad la aflicción de los israelitas durante cuatrocientos años de servicio forzado al faraón de Egipto, y la que pasaron los tres jóvenes hebreos, en tiempos del rey Nabucodonosor, al ser arrojados a un horno en llamas, del cual salieron sin la más mínima quemadura.
Hoy usamos esa frase para denotar algún problema muy serio por el cual estamos pasando, o alguna enfermedad aguda que nos ha atacado, o algún dolor familiar muy grande que nos hace llorar.  ¿Qué hacer cuando nos encontramos en tales hornos?
Cuando todo recurso humano ha fallado, siempre está Dios.  Y Dios contesta el clamor del necesitado en dos formas.  Por una parte, trae el socorro oportuno y libra del horno de la muerte al necesitado.  Y por otra, le da al necesitado fe y seguridad de que, estando Dios a cargo del problema, todo va a salir bien.  Esta no es siempre una solución inmediata al problema específico que nos acosa.  Es más bien una chispa de paz, de tranquilidad, de seguridad, de que Dios, a la larga, nos hará triunfar.  La promesa es que «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo» (Romanos 10:13).  Basta con pedir, creer y recibir.  Cristo siempre acude al clamor sincero del necesitado.

Soy pastor, mi hijo se casará en otra denominación, no se que hacer

M.M.M RESPUESTA PASTORAL (PARTE 1).