miércoles, 29 de febrero de 2012

EL RIESGO DE LA FE: ISAAC


 EL RIESGO DE LA FE: 
ISAAC 
(Hebreos 11:20) 
INTRODUCCIÓN: la historia de Isaac ha sido usada por muchos predicadores como una 
parábola o emblema de Cristo. Podemos notar en esta historia cinco características notables 
… 
1. Isaac fue, como nuestro Salvador, un hijo de la promesa (Gn. 3:15–17:9). La promesa 
referente a Cristo la hallamos ya en Gn. 3:15. 
2. Fue hijo y heredero único en el sentido material, como Cristo lo es en el sentido 
espiritual (Gn. 24:36; Col. 1:19 y 2:9). 
3. Su nacimiento fue milagroso (Gn. 21:1–5; Is. 7:14; Mt. 1:23; Lc. 1:35). 
4. Fue ofrecido como sacrificio, con la diferencia de que para Cristo no hubo sustitución, 
tuvo que sufrir Él en su persona, a pesar de ser Hijo Unigénito de Dios (Gn. 22:9; Ro. 
8:32). 
5. Fue hijo de la resurrección en figura, como Cristo lo fue en la realidad (He. 11:17–19; 
Ro. 1:4). 
6. Isaac ejerció una gran fe que seguramente le fue comunicada por su padre. Estaba 
dispuesto a que éste le sacrificara, pero tenía plena seguridad de que todo lo que Dios había 

pre anunciado acerca de él ocurriera. Cristo, al hacerse hombre, tuvo que creer que Dios le 
 levantaría de los muertos. Notemos cinco lecciones relacionadas con la fe de Isaac (He. 
3:15): 
a) La verdadera fe siempre tiene en vista cosas venideras, al parecer imposibles. Por 
ejemplo, las que nos son prometidas en Jn. 14:1–3, Hch. 1:9–11, 1 Ts. 13–17, 2 Ts. 1:7–10, 
2 P. 3:10–13 y Ap. 20. Estas cosas son consideradas como ilusiones increíbles por el 
escéptico, pero el creyente las acepta por fe. 
b) La fe es la virtud que más agrada a Dios (He. 11:5). La vida de Isaac fue llena de 
fracasos y errores de su parte; sin embargo, su nombre se encuentra en la lista de los héroes 
de fe, pues la obra perfecta de la fe supera los fracasos y frustraciones (Lc. 22:32). 
c) Cuando la fe es verdadera será probada en cada punto decisivo de la vida. La fe fue 
engendrada en el corazón de Isaac, pero en cada crisis de su vida aparecía una nueva prueba 
para ella. Su punto culminante es el monte Moria, pero también en su matrimonio y al fin 
de su vida, al bendecir a sus hijos (véase 1 P. 1:7; Stg. 1:12). La fe será probada 
constantemente en nuestra vida hasta que deje de ser necesaria en la presencia del Señor. 
d) A veces, la fe brilla más en tiempos de fracaso que en los de victoria. Esto suena a 
paradójico, pero es verdad. La fe de Isaac casi le faltó al ver torcida su voluntad en el caso 
de bendecir a sus hijos, pero él creyó que Dios lo había dispuesto así y aceptó la situación 
creada por su propia debilidad (Mt. 11:26). 
e) La fe es más hermosa cuando la visión terrena desaparece y se hace más penetrante la de 
la otra vida. En Gn. 27:1 leemos que Isaac, envejecido, era débil y ciego, pero aun así 
leemos en el Nuevo Testamento que le fue posible ver al invisible, como todos los héroes 
de la fe en He. 11. 
CONCLUSIÓN: ¡Cuán hermoso es tener tal fe en los últimos días de la vida! (Anécdota: 
había dos mujeres moribundas en un hospital; la una, incrédula, gritó: «¡No quiero morir, 
no quiero ir, no quiero!…». Carecía de la visión de la fe. La otra, creyente, dijo con calma: 
«Señor Jesús, ¡agárrame más fuerte!» Esta última tenía la visión de la fe). 

 ALEGRÍA CARNAL 
(Jonás 4:6) 
INTRODUCCIÓN: historia de Jonás; esperando la destrucción de sus enemigos, recibió la 
calabacera como muestra del cuidado de Dios para con él y como protección del sol fuerte. 
No sabía que el propósito de Dios no era satisfacer el gusto de Jonás, sino enseñarle una 
lección muy necesaria. 
1. Su alegría: la alegría basada en lo físico y en lo carnal pronto pasa; queda entonces 
infelicidad. 
a) Se basó en el placer físico carnal; cuando debía haber gozado grandemente por los 
miles de almas que se entregaron a Dios. 
b) Su atención estuvo en el regalo que le agradó, en lugar de estar en agradar al Dador. 
c) Fue una alegría egoísta, sin amor al prójimo. 
d) Fue alegría sin gratitud. 
2. El gusano: 
a) La palabra hebrea aquí traducida «gusano» es «tholaach», que se refiere al 
«escarabajo rojo» («coccus illicus», en términos técnicos), de donde los antiguos sacaban la 
tinta roja para teñir la ropa fina que se usaba en el Templo y en el Tabernáculo. 
b) Este rojo, tomado de este animalito, se emplea en la Biblia como tipo de la sangre de 
Cristo. 
c) Dios escogió este animalito para destruir la calabacera y así enseñar a Jonás el amor a 
los pecadores perdidos y a tenerles misericordia cuando se arrepienten. 
CONCLUSIÓN: todavía hay cristianos, y hasta predicadores, que necesitan aprender de la 
compasión de Cristo. 

JESÚS, EL PAN DE VIDA



            JESÚS, EL PAN DE VIDA 
                       (Juan 6:1–5, 24–63) 
1. Jesús es el «pan de vida» porque satisface el hambre espiritual: 
a) El alma del hombre anhela el amor, y Cristo vino al mundo para hacernos saber que 
«Dios es amor», y el mismo Hijo de Dios es la suprema revelación del amor divino. Nadie 
puede ver a Cristo en el Calvario y negar el amor de Dios. 
b) El alma anhela el perdón; y Cristo, como en los días de su vida humana, todavía está 
diciendo a cada uno de los penitentes: «Hijo, tus pecados te son perdonados». 
c) El alma anhela la vida eterna; y Cristo dice: «Yo he venido para que tengan vida, y 
para que la tengan en abundancia». 
d) El alma anhela tener conocimiento de Dios, y Jesús dice: «El que me ha visto, ha 
visto al Padre». 
e) El alma anhela felicidad; y en el Apocalipsis de Juan vemos algo de lo que sera el 
mundo más allá de la tumba, y se nos dice que «Dios limpiará toda lágrima de los ojos de 
ellos y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor». 
2. El pan provee para el cuerpo los medios de crecimiento y de desarrollo: el hombre no 
se desarrolla en su perfección sin dar abrigo en su ser a las influencias benéficas del 
Evangelio de Cristo Jesús. El genio de Byron parece defectuoso cuando se ve al lado del de 
Tennyson; éste fue un cristiano decidido, aquél fue un escéptico. 
3. El pan da fuerza, vigor, vitalidad y energía al cuerpo, y así Cristo viene siendo el 
poder de los cristianos de tal manera que él mismo dijo: «Sin Mí, nada podéis hacer». 

27 Pasajes bíblicos que enseñan explícitamente
que hay un solo Dios

  1. No hay solamente uno o dos pasajes ambiguos que enseñan que hay un solo Dios, sino muchos pasajes que claramente declaran esta verdad cardinal de la Biblia. Cada uno de los siguientes 27 pasajes bíblicos enseñan implícitamente que hay uno, y solo un Dios. La doctrina de la pluralidad de Dioses (encontrada en forma explícita en la Perla de gran precio/Libro de Abraham 4-5) contradice esta enseñanza bíblica fundamental.
  2. Por favor notar que la versión Reina Valera (revisión 1960), usada aquí, utiliza nombres de Dios en español que corresponden a los diferentes títulos y nombres de Dios en hebreo, el idioma del Antiguo Testamento. El nombre en hebreo Jehová (o Yahweh) en español aparece como "Jehová," mientras el título Adonai, que significa "Señor" o "Amo" aparece como "Señor," y la palabra Elojim es traducido como "Dios."
  3. Por ejemplo, en Deuteronomio 4:35, aparece la frase "Jehová es Dios" que traducido literalmente es "Jehová es Elojim." Así que, Jehová y Elojim se usan de una manera que demuestra que son intercambiables en el Antiguo Testamento, y ambos se refieren al Dios único de la Biblia. Estas palabras no pueden designar dos Dioses distintos, como enseña la iglesia Mormona (que dice que Elojim se refiere a Dios el Padre y Jehová se refiere a Jesucristo). Para otros ejemplos, vea Deuteronomio 6:4; 2 Samuel 7:22; 2 Reyes 19:15; Salmo 18:31; Isaías 37:16,20; 44:6,8).
  4. (1) Deuteronomio 4:35, 39 — A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
  5. (2) Deuteronomio 6:4 — Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
  6. (3) Deuteronomio 32:39 — Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.
  7. (4) 2 Samuel 7:22 — Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni Hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
  8. (5) 1 Reyes 8:60 — A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.
  9. (6) 2 Reyes 5:15,16 — Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y le dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo. (16) Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.
  10. (7) 2 Reyes 19:15 — Y oró Ezequías delante de Jehová diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
  11. (8) Nehemías 9;6 — Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.
  12. (9) Salmos 18:31 — Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
  13. (10) Salmos 86:10 — Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.
  14. (11) Isaías 37:16,20 — Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entrelos querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. (20) Ahora pues, Jehová Dios nuestro, libranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.
  15. (12) Isaías 43:10-11 — Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será despues de mí. (11) Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
  16. (13) Isaías 44:6,8 — Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mi no hay Dios. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oir desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros soís mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
  17. (14) Isaías 45:21 — Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oir esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
  18. (15) Isaías 46:9 — Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mi.
  19. (16) Oseas 13:4 — Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
  20. (17) Joel 2:27 — Y conoceréis que en medio de Isarel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.
  21. (18) Zacarías 14:9 — Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
  22. (19) Marcos 12:29-34 — Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, en más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
  23. (20) Juan 17:3 — Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
  24. (21) Romanos 3:30 — Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la in-circuncisión.
  25. (22) 1 Corintios 8:4-6 — Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
  26. (23) Gálatas 3:20 — Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
  27. (24) Efesios 4:6 — Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
  28. (25) 1 Timoteo 1:17 — Por tanto, al Rey do los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  29. (26) 1 Timoteo 2:5 — Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
  30. (27) Santiago 2:19 — Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.