miércoles, 26 de diciembre de 2012


Agustín (354–430)
En sus escritos sobre Agustín, Gerald Bonner notó que «la experiencia personal como se reportó en Confesiones, lo había persuadido de que en última instancia la libertad humana solo puede ser relativa: solo esclavizándose a Dios puede alguien escapar de ser esclavo del pecado».10 A continuación hay varios lugares donde se puede observar el énfasis de Agustín en este concepto.
¿No merece su Señor tenerle como su esclavo confiable?11
Si Él, uno con el Padre, igual al Padre, Dios de Dios, Dios con Dios, coeterno, inmortal, igualmente inmutable, igualmente intemporal, igualmente creador y que dispone de los tiempos; si vino a la hora debida, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2.7), busca la gloria de su Padre, no la propia ¿qué debes tú, oh hombre, hacer, que buscas tu propia gloria siempre que haces algo bueno, mientras que cuando haces algo malo, buscas la manera de culpar a Dios?
Mírate a ti mismo, eres una criatura, agradece al Señor que eres un esclavo, no menosprecies al Amo. Eres adoptado, pero no por tus méritos. Busca la gloria de Aquel de quien has recibido esta gracia, oh hijo adoptado, busca la gloria de Aquel cuya gloria buscó su único Hijo auténtico.

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