martes, 25 de diciembre de 2012


Testimonio de Mary Fuentes Ex-testigo de la Atalaya 2P

CAPITULO 3 MI BAUTISMO
A los 8 años de edad, me bautizaron como testigo de Jehová, aun recuerdo el nombre del que me bautizó Orlando Martínez, quien era amigo de mis padres, fue un 5 de agosto en Santa María del Mar, una playa al este de La Habana y el que dio la conferencia de bautismo fue José Antonio Gil una persona muy querida por nosotros quien ya falleció.
Desde pequeñita acompañaba a mi mamá a la obra de predicarle a otras personas, y darles estudios bíblicos. Todo esto se hacía con mucho cuidado pues la obra de los testigos de Jehová estaba proscrita en Cuba y te encarcelaban por predicar o enseñar a otros, las reuniones se efectuaban en las casas privadas porque los alones del Reino lugares de reunión habían sido cerrados.
Terminé el sexto grado y comencé la secundaria básica que constaba de los grados 7, 8 y 9. Después de ese grado los testigos no podían continuar estudiando mas porque había que integrar una materia política de marxismo leninismo o Fundamento Político y nuestra organización no nos permitía que estuviéramos presente en esa clase, por eso, no se nos permitía hacer carreras universitarias como profesionales.
Además, la organización WT enfatizaba y aun enfatiza el hecho de que no era necesario estudiar carreras porque el fin del sistema ya venía, y que pronto viviríamos en un Paraíso en la tierra, no era necesario estudiar. Cosa que fue una tamaña mentira. No te motivaban el deseo de aprender y estudiar, sino todo lo contrario, si tú querías hacerlo, te hacían sentir culpable, por el hecho de querer perder el tiempo, que bien podías dedicarlo a Dios, cosa más importante que a los estudios.
A modo privado mis padres me pagaron cursos de secretariado, donde se incluía la mecanografía, me gradué de mecanógrafa y para la edad de doce años ya estaba sentada detrás de una máquina de escribir, copiando y copiando literatura de la organización WT.
La sucursal Betel, funcionaba desde mi casa en la clandestinidad desde que yo era pequeñita, pues la sucursal estaba cerrada por el gobierno en aquel entonces.
Aquello era un verdadero trabajo que te dejaba literalmente extenuada y agotada, yo era y aun soy asmática y más me agotaba aun mecanografiando en maquinas de escribir viejas y con doce copias al carbón.
Algo curioso nunca reprodujimos ni una sola hoja de la Biblia, sino todo lo que se escribía y reproducía era la literatura que editaba la WT. Esto se hacía de manera clandestina, por lo cual cuando se operaban registros te decomisaban la máquina de escribir y todo el material de impresión y te encarcelaban.
Cuando el ruido de las máquinas te delataba, lo cual fue así en un tiempo, entonces teníamos que reproducir a mano la literatura, cosa que era más agobiante aun. A veces hablo en plural porque vienen a mi mente otros testigos que hacían también la misma labor.
Más adelante la sucursal de México comenzó a atender la de Cuba en proscripción y ahí se comenzó a trabajar como betelitas con computadoras e impresoras, con el sistema MEPS, nos enseñaron a reproducir la literatura para Cuba como La Atalaya los Ministerios del Reino, etc.
Todo esto se hacía escondido sin permiso del gobierno por supuesto, años de cárcel te daban por impresión clandestina como le llamaba el gobierno.
A la edad de 19 años conseguí a través de mi cuñada comenzar a trabajar en una empresa como secretaria, ahí dure un año nada más, porque al no tener integración política, me despidieron del trabajo. La jefa de personal de la empresa me dijo:
“Yo te lleno la planilla y tu tan solo di que si perteneces a alguna institución del gobierno, nada.  Mas, ellos no verifican, es solo un formulismo.”
Pero mi conciencia entrenada no me permitía mentir y aparentar aunque necesitara el trabajo. Se exigía neutralidad y honestidad en todo en la organización (cosa que más tarde me di cuenta que solo dependía de las conveniencias)
¿QUE TE QUITA EL SER TESTIGO DE JEHOVA?
Aunque aparentemente no te quita nada, en la vida real si te priva de muchas cosas que andando el tiempo lamentaras haber perdido o no haber obtenido. Pero que después superas porque no es positivo emocionalmente vivir en el pasado.
Como el ser testigo implica que solo vas a relacionarte íntimamente con personas que sean también testigos de Jehová, esto hace que el círculo de tus posibles amistades fuera, se cierre, y también de tu familia que no es testigo.
Por ejemplo, recuerdo muy bien cuando mis primas y primos con mis tíos nos visitaban, y era día de reunirnos en el salón del Reino, mis padres, le decían a mi familia: “Bueno, se pueden quedar aquí.  a esperarnos o pueden venir otro día porque a la reunión no podemos faltar”. Y eso hacíamos nos íbamos, y por supuesto, ellos se fueron alejando y con el tiempo ni nos visitaban, ni nosotros a ellos tampoco, por falta de tiempo, tiempo que estaba ocupado con el trabajo secular y todo lo demás relacionado con los tj, por quienes sustituyes a tu familia.
Los testigos cambian a su familia no tj por los hermanos de la congregación, se sale con ellos a predicar, a las reuniones y también a pasear, porque los demás aunque sea familia tuya son “mundanos”
y van a ser destruidos en el Armagedón si no se hacen tj.
Por eso, perdí no mis amigos “mundanos” porque nunca los tuve, pero si a mi familia que pienso que mi relación con ellos hubiera sido muy buena de no haber sido por el freno de la religión.
Además, los pierdes porque no asistes a las fiestas que ellos te invitan como cumpleaños, días de las madres o padres, día de los enamorados, la fiesta de quince años para las niñas, ni navidad, ni fin de año. Ya después ellos no te invitan porque saben que no irás, y por eso, te vas marginando, aislando, y cerrándote el entorno, limitándolo solo a los testigos de Jehová.
La organización de los tj desmotiva desde siempre el estudiar carreras universitarias y lo continua haciendo, eso también te lo quita, el hecho de poder superarte, estudiar lo que te guste o desees, te dicen que no hay que envolverse en estudios largos porque el fin esta cerca, y además porque vas a relacionarte con personas que son mala asociación para un cristiano, han llegado al punto de que los padres impidan a sus hijos estudiar, truncándoles la vida futura.
Ese es tu mundo, esa es tu vida entera, dedicada y consagrada día y noche a un grupo organizacional, el cual su liderazgo se ha encargado muy pero que muy bien que tu entres fácil, te envuelvas cada vez más y más, y la salida sea bien pero bien difícil y traumática, y sobre todo nada digna.
CAPITULO 4 MI CASAMIENTO
A los 19 años conocí al que actualmente es mi esposo David Fuentes. Nos hicimos novios un 16 de septiembre y nos casamos un día 18 de abril. Yo con 21 años y el con 24. También había nacido dentro del seno de una familia testigo de Jehová, sus padres y sus abuelos y tíos también eran testigos.
El había estado dos veces en prisión a la edad de 17 y de 19 años, por negarse a pasar el servicio militar obligatorio en Cuba.
El haber estado preso por ser testigo lo marcó, tampoco pudo estudiar carrera universitaria y además después de salir de prisión, jamás tuvo un buen trabajo en la isla, o estuvo diez años barriendo las calles habaneras, trabajo que el gobierno le daba a los testigos para denigrarlos y humillarlos.
Ambos éramos precursores regulares (ver glosario al final) y nos dedicamos de lleno a lo que creíamos era la mejor obra que había sobre la tierra. Con el tiempo llegó a ser anciano de congregación algo así como un pastor para otras religiones. Después pasamos a trabajar ya como matrimonio directamente con los que formaban la sucursal de los testigos de Jehová en la isla.
A las sucursales se les llama hogares Betel termino que significa casa de Dios, y que en mi país funcionaba de modo clandestino en casas privadas, la mía una de ellas. El clandestinaje llega a ser parte de tu vida diaria, al igual que los registros en los hogares, y la prisión.
Pasamos después juntos a la obra de ser siervos de circuito personas que son viajantes por las congregaciones, visitan las congregaciones cada 6 meses algo así como una inspección a los ancianos y ver cómo está la congregación, predican y dan discursos.
El tiempo que dedicamos a esta obra fue todo, y lo dábamos de corazón y siempre con la mira de que la obra que hacíamos era para Dios. No nos importaba, el estar exponiendo nuestra libertad constantemente, ni la necesidad económica y escasez que vivíamos en Cuba (y aun se vive)
pasábamos mucho trabajo, caminábamos mucho al sol con un verano caribeño agotador, pero nos sentíamos contentos porque creíamos estar dentro del pueblo de Dios, el UNICO y el MEJOR.
 El tiempo que trabajamos en Cuba para la sucursal, compartimos con testigos de Jehová, que fueron excelentes personas, hombres y mujeres fieles y probados algunos hasta la muerte, aun los recuerdo con mucho cariño y no menciono sus nombres, porque a ellos no les gustaría verse en un libro escrito por una “apóstata” persona a la cual ni le dirigen la palabra.

Testimonio de Mary Fuentes Ex-testigo de la Atalaya 1P

Extracto del testimonio de Mary Fuentes Ex testigo de la WT
¿QUE IMPLICA SER TESTIGO DE JEHOVA?
Aparentemente implica ser una religión normal y tener una creencia en Dios. Pero eso es solo en apariencia. Ser testigo de Jehová implica consagrar tu vida a una organización humana, y dejarte guiar por las directrices normas e instrucciones que provea un grupo de hombres desde New York, a los que se les llama: El Cuerpo Gobernante o el Esclavo fiel y discreto.
Ser Testigo de Jehová implica asistir a reuniones semanales, donde se te va a impartir lo que ellos llaman alimento espiritual, en esas reuniones se enseña como predicar, como no callar ante objeciones del público y como decirle a otras personas que su religión es falsa, y que la única verdadera son los testigos de Jehová.
Para el testigo de Jehová la persona que no se adapte a su religión, será destruido en el Armagedón una Guerra de Dios a las naciones y a todo el que no este dentro del arca figurativa o sea dentro de la organización de los testigos de Jehová.
El Cuerpo Gobernante de la Organización WT dice ser guiado por el espíritu santo de Dios y ser el canal o conducto de Dios en la Tierra poseedores de la verdad.
Yo recibí la religión por herencia, crianza y educación, me programaron a ser testigo de Jehová, yo crecí convencida de que lo que mis padres me enseñaban era la mas fiel verdad (ellos así lo creían también) y que era lo mejor que podías hacer con tu vida.
El ser testigo de Jehová en Cuba bajo el régimen comunista y totalitario del dictador Fidel Castro, equivalía a pasar privación de libertad y persecución y nosotros no fuimos la excepción.

CAPITULO 2 MI NIÑEZ COMO TESTIGO DE JEHOVA
Mis años escolares no fueron una bonita y positiva etapa en mi vida, todo lo contrario, fue una etapa que me marcó psicológicamente, por el hecho de ser una niña discriminada, aislada de los demás niños y marginada por no tener los ideales del gobierno.
A la edad de 6 años en Cuba hay que pertenecer a una entidad llamada pioneros por el comunismo, pero como niña testigo yo no lo era, esto hacia que día a día la maestra te obligara por la fuerza a querer poner alrededor de tu cuello una pañoleta azul, o roja, un pañuelo símbolo de que eras pionero comunista.
Te hacían preguntas intimidarais y te decían que si tus padres eran los que no te dejaban ser pioneros, a nosotros los niños testigos nos decían que dijéramos que éramos nosotros los que no queríamos ser pioneros por ser cristianos, porque si decíamos que nuestros padres eran los que no querían, entonces los encarcelaban cosa que hicieron en muchos casos.
En la escuela me llevaban a la dirección y me decían que si me hacia pionera (organización política de niños que se identificaba por tener una pañoleta anudada al cuello) mi mamá no se enteraría que ellos me guardaban la pañoleta en la escuela y además cuando yo decía que no lo seria, me amenazaban diciendo que mis padres irían presos y que yo seria llevada a una institución gubernamental.
Los niños testigos tampoco saludan la bandera ni cantan el himno nacional ni participan en casi ninguna otra actividad escolar, esto hacia que se recrudeciera mas la persecución sobre pequeñas criaturas a las cuales estaban traumatizando psicológicamente por tanta presión externa y por carecer de madurez emocional para entender qué en realidad sucedía.
Te ponían al frente de la escuela en un patio amplio donde celebraban los matutinos y allí te ridiculizaban delante del plantel escolar. Yo desde mi pequeña edad y estatura veía a aquellas personas como monstruos de maldad. Esto provoca fobias en los niños que después se van a reflejar en su desarrollo social.
Sobre los hombros de los niños tj se ponen responsabilidades y decisiones serias a tomar para las cuales no están emocionalmente preparados para asumir.
La persecución era proveniente de la dictadura del gobierno y de que a los niños testigos se les pedía neutralidad cristiana de parte de su organización la WT y fidelidad y aguante aunque sintieras miedo de aquellas personas, no te podías doblegar a ellas.
 
NO ERES IGUAL QUE LOS DEMAS
Como niña testigo se te enseña que los demás niños no son una buena asociación para ti, solo debes verlos en la escuela y nada más, no debes intimar con ellos, ni hacer amistades, porque son niños “mundanos” término despectivo con el cual los testigos se refieren a todo el que no practica su religión.
Te dicen que no debes tener esos amiguitos porque si sus padres no se hacen testigos esos niños morirán en Armagedón, esta Guerra masiva provoca fobias en el menor. Constantemente te inculcan un amor-terror a Dios, porque te dicen que Dios es bueno y que es amor, pero que también es un terrible castigador que te destruye si no le obedeces, y que aunque tú estés solo y hagas algo malo Él te ve donde quiera que estés.
La frase para intimidar es Jehová te esta mirando, y horrenda cosa es caer en sus manos si te portaste mal.
Esa actitud hace que no seas sociable, y además como no celebran cumpleaños, no participan de competencias, te vas aislando del grupo y marginando, también otros niños se burlan de tu comportamiento, ya todos conocemos la crueldad infantil.
Para el buen desarrollo emocional de un niño es muy importante el que sea parte integral de la sociedad, del entorno en el cual se desarrolla. Todo niño quiere ser aceptado por el grupo, quiere ser popular y caer bien, quiere tener amigos, los necesita.
Sentía que no encajaba, que no tenía nada que hablar con ellos. A pesar de que me gustaba mucho estudiar, la escuela se me hacia un calvario, porque sabia a lo que me tendría que enfrentar día a día.
Esto me provoco una enfermedad nerviosa siendo pequeña, vomitaba todos los días llegando a la escuela, era porque sabia a lo que me iba a enfrentar desde los seis años en adelante, y aunque obedecía, ningún niño esta psicológicamente preparado para soportar esa tensión diaria y responsabilidades serias.
Para el buen desarrollo emocional de un niño es muy importante el que sea parte integral de la sociedad, del entorno en el cual se desarrolla. Todo niño quiere ser aceptado por el grupo, quiere ser popular y caer bien, quiere tener amigos, los necesita.
Y a los niños testigos de Jehová se les aísla del resto por su religión, esto va a producir niños tímidos, retraídos, y que mas tarde pueden padecer fobia social o trastornos de personalidad que les cueste trabajo integrarse al medio.
Yo lo experimenté, me resultaba fácil relacionarme solo con testigos, pero con las demás personas no.
Los padres de niños como nosotros no se daban cuenta del grado de afectación psicológica y presión que padecíamos a tan corta edad, siendo manipulados por dos dictaduras una religiosa y otra política, ambas inflexibles y tu un niño en el medio y tomando decisiones como si fueras adulto, dejando en nuestras manos una responsabilidad para la cual un niño no está emocionalmente preparado.
Recuerdo que a la edad de once años, un niño también de esa edad compañero de clases y además vecino del barrio, me dijo que estaba enamorado de mi, y que si quería ser su novia ¿saben cual fue mi reacción? Decirle que no y salir corriendo literalmente como si hubiera visto al Diablo.
Una reacción totalmente anormal, pero era generada por un rechazo condicionado e inconsciente a los que no fueran testigos, y si por casualidad te atraía el chico, te sentías peor, porque pareciera que estabas pecando contra Jehová.
Yo fui una inadaptada social, no confiaba en mi capacidad para conseguir trabajo por mi misma, porque era tímida, dejaba que otros siempre tomaran decisiones por mi, o que tomaran la iniciativa.
El trabajo que obtuve en Cuba, y del cual me despidieron por ser testigo, me lo consiguió mi cuñada la esposa de mi hermano.
Una vez que comenzaba a desempeñar el trabajo yo lo realizaba muy eficientemente cosa que pensaba que no haría, porque me subestimaba yo misma, por tener un bajo perfil.
Siendo adolescente, las caminatas por las calles de La Habana, se me hacían interminables, porque como no vestíamos a la moda, tenia que enfrentar burlas y gritos como: „ahí va la testigo de Jehová, o adventista, batiblancos etc.” Tenia que llevar la falda siempre bien por debajo de la rodilla, a media pierna, y todo lo que estuviera la moda, era cuestionable para la religión. Tenias que ser diferente en todo.

Evidencia genética : El talón de Aquiles del mormonismo

El cuerpo creciente de evidencia de la antropología molecular ha socavado fatalmente ciertas enseñanzas de los Mormónes (LDS) y los escritos fundacionales del profeta José Smith. Esto pone al resto de la doctrina SUD en tela de juicio, como el Libro de Mormón es considerado por los mormones como el texto más correcto en existencia y es la piedra angular de su fe.
De acuerdo con la enseñanza de LDS, una antigua familia hebrea huyó en barco, a una tierra deshabitada en Centroamérica en el año 589 aC El padre de esta familia, Lehi, tuvo dos hijos, Nefi y Lamán. Una división se produjo entre los dos hermanos, y una batalla entre ellos, junto con sus respectivos partidarios,. Jesucristo supuestamente se les apareció, trayendo 200 años de paz. Después de ese período, los lamanitas, un pueblo descrito como ocioso, lleno de maldad, y tener la piel negra, destruyeron a los nefitas, un pueblo sofisticado de piel clara. Los lamanitas, un remanente de la casa de Israel, que en última instancia, son los antepasados principales de los nativos americanos. Esta cuenta se enseña como doctrina de la Iglesia entre los mormones y se considera la historia de los hechos.
Este modelo LDS de los orígenes de la población norteamericana sufre graves problemas cuando los datos científicos se toma en consideración. La Huella genética, llevada a cabo a través de técnicas de análisis como el cromosoma Y y el ADN mitocondrial (ADNmt), puede mostrar la relación genética entre los diferentes grupos de personas mediante la detección de la ascendencia común y las fechas aproximadas de divergencia. La conclusión de una amplia investigación en este campo, conocida como la antropología molecular, es que las poblaciones de indígenas americanos no muestran evidencia de tener un origen hebreo. El análisis de ADN ha revelado que el 99,4% de las tribus nativas americanas esparcidas por América del Norte y del Sur tienen mtDNA and ADN del cromosoma Y de la parte norte de Asia Oriental, en las cercanías de Siberia. El otro 0,6% de los nativos americanos muestran linaje mtDNA europeos o africanos, la mayoría de los cuales llegaron después de que Cristóbal Colón (1492). Randall Shortridge, un biólogo molecular de la Universidad de Buffalo (NY) dice: “La abrumadora evidencia niega la afirmación del Libro de Mormón de que el indio americano es un descendiente genealógico de Israel.” Thomas Murphy, un erudito de Mormón y antropólogo, está de acuerdo. Él dice: “Estamos en un dilema ahora. La evidencia genética indica claramente que los indios americanos no son hebreos, que no son israelitas “.
El problema con la enseñanza mormona no se limita a los datos genéticos. La arqueología ha revelado ninguna evidencia de una antigua migración de los Judíos a las Américas. No hay artefactos que unen el Nuevo Mundo con el antiguo Israel. Por otra parte, los estudios lingüísticos señalan origen asiático de los indios americanos, no a la descendencia hebrea. Dr. David Glenn Smith, antropólogo molecular en la Universidad de California, Davis declara: “Existe un consenso generalizado entre los antropólogos de hoy, de todas las sub-disciplinas de la antropología, que la patria de los nativos americanos es el Este de Asia”.
La comunidad mormona ha respondido a la evidencia científica de diferentes maneras. Algunos han explicado la falta de conexión entre los datos y el Libro de Mormón mediante la restricción de los nefitas y los lamanitas a una pequeña región de América Central y afirmando que todos los rastros de ADN israelita se perdió a través del matrimonio con otros grupos de personas. Otros han descontado en gran medida las conclusiones extraídas de los estudios genéticos, alegando insuficiencia de los estudios de ADN mitocondrial para establecer ascendencia con certeza. Otra respuesta ha sido la de tomar el Libro de Mormón con fe ciega y se supone que los datos actuales no son lo suficientemente amplios como para destruir la credibilidad del modelo LDS para la migración humana.
Al igual que otras ciencias históricas, la antropología molecular tiene sus limitaciones, y el análisis de los datos consiste en una medida de la interpretación humana. Las conclusiones que ofrece esta disciplina en realidad deben considerarse con esto en mente. Sin embargo, el escepticismo general expresado por la comunidad mormona no está justificado. No es sólo la antropología molecular que da  la inverosimilitud total de una antigua migración hebrea al nuevo mundo y la idea de que los indios americanos son sus descendientes. Estudios de arqueología, antropología biológica, lingüística y todos corroboran los hallazgos moleculares en un grado impresionante. No esperaríamos que esta armonía de las conclusiones multi-disciplinarias ocurran si los datos moleculares serian razonablemente fiables.
En cuanto a la hipótesis de que los lamanitas se quedaron en América Central como una pequeña población, esto es altamente improbable. Debe haber al menos un rastro detectable de contribución incluso de una pequeña población a la reserva de genes de esa región. Además, la hipótesis de una pequeña población centroamericana requiere de un rechazo a las enseñanzas directas de José Smith y el Libro de Mormón, la misma cosa que la comunidad mormona está tratando de evitar. También es interesante notar que la iglesia mormona confía en los resultados de análisis de ADN para sus proyectos de genealogía, pero no para determinar la verdad de la ascendencia nativa americana. Thomas Murphy dice: “Hay una contradicción aquí. Si aceptamos la validez de la investigación genética para nuestros programas genealógicos qué podemos aceptarlo por lo que nos dice acerca de los nativos orígenes americanos? “
En contraste con el modelo LDS, el modelo bíblico de la historia migratoria humana no incluye la afirmación de que antiguos hebreos partieron a las Américas. Más bien, la Biblia nos da una historia del pueblo de Israel (algunos de los cuales aún viven en su patria ancestral), una historia que no se ve amenazada por los datos de la antropología molecular, la arqueología y los estudios lingüísticos. La salida del modelo de África de los orígenes humanos y la dispersión, que es el mejor modelo de apoyo de las diversas subdisciplinas de la antropología, indica un origen reciente de la humanidad en o cerca del Oriente Medio y una rápida dispersión de los humanos de esa región con el resto del mundo. Esto encaja muy bien dentro del modelo bíblico, que nos habla de un origen relativamente reciente del hombre en un solo lugar y una dispersión rápida de la humanidad de la Torre de Babel.
En consonancia, las reivindicaciones históricas de la Biblia son validadas por la evidencia externa. No es así con el mormonismo. Según Murphy: “Con el Libro de Mormón, no tenemos una sola, ni una fuente, de la América antigua, en las afueras del Libro de Mormón, la validación de un lugar único, una sola persona, un solo evento”.
Tener un modelo de origen humano que es científicamente plausible es inmensamente valioso en situaciones de evangelización. Al demostrar que el relato bíblico no es dañado por las conclusiones ampliamente aceptadas de la antropología-que, incluso, con el apoyo de ellos, le mostramos al mundo que el cristianismo es un sistema de creencias intelectualmente responsable, una que merece ser considerada seriamente. El modelo LDS, sin embargo, se contradice con importantes resultados científicos y no goza de la credibilidad conferida por evidencia extra-textual

Si tú cree


Si tú crees que estás vencido, lo estás.
 Si crees que no te atreves, no te atreverás.
 Si te gustaría ganar, pero crees no poder,
 lo más seguro es que no podrás.
 Si crees que podrás perder, ya perdiste,
 pues en el mundo encontrarás que el éxito
 comienza con el deseo de la persona,
 en la condición de la mente.
 Si crees que eres superior, lo eres.
 Tienes que pensar alto para ascender.
 Tienes que estar seguro de ti mismo,
 de vencer alguna vez.
 La Batalla de la Vida no siempre va
 hacia el hombre más fuerte o más rápido;
 pero tarde o temprano el hombre que gana
 es aquel que cree poder ganar.

El mensaje del evangelio


El mensaje del evangelio 
no es simplemente un plan de salvación, es un llamado a abrazar la Persona de la salvación, que es tanto Salvador como Señor, dos funciones inseparables. Venir realmente a Cristo es rendir gustosamente corazón, mente y voluntad, la persona completa, al Amo. El mero servicio de labios al señorío de Cristo no es más que hipocresía (Tito 1.16), una profesión falsa que no puede salvar (Mateo 7.23; Lucas 6.46). De la misma manera que predicar a Cristo como Salvador pero no como Señor es presentar un mensaje del evangelio incompleto. Según las palabras del misionero mártir Jim Elliot:
Esta es una herejía del siglo veinte, que Cristo es Salvador solo por derecho y Señor por «opción» del «creyente». Esta negación del Amo y Señor único predica solo la mitad de su persona, declarando solo parcialmente la verdad que está en Él, Jesucristo[.] [El evangelio] debe predicarse con la aprensión total de lo que Él es, un Señor exigente así como un Salvador libertador... Negar el señorío de Cristo es desobediencia lo cual, de ninguna manera, hace flexible la condición de Dios, pues esto hace a Dios no serlo.

Mártires del segundo siglo


Mártires del segundo siglo
En una carta de las iglesias de Lyons y Vienne a la iglesia de Asia:
Los habitantes de Vienne y Lyons de Gaul, esclavos de Cristo, a los hermanos en Asia y Frigia, que tienen la misma fe y esperanza de redención con nosotros, paz y gracia y gloria de Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo. La grandeza de esta nuestra tribulación, la cólera furiosa de los gentiles contra los santos y las cosas que los mártires bendecidos han sufrido, nosotros no somos capaces de expresarlas exactamente con palabra o comprenderlas por escrito.

Voces en la historia de la iglesia


Voces en la historia de la iglesia
 (alrededor del 69-155 a.d.)
En su Carta a los Filipenses, Policarpo escribió:
Para que sepas que eres salvo por medio de un regalo misericordioso, no por obras sino por la voluntad de Dios a través de Jesucristo. Por tanto, amarren su túnica suelta y sirvan como esclavos de Dios con temor reverente y verdad, abandonando los

razonamientos fútiles y el terror que engaña a muchos y creyendo en Aquel que levantó a nuestro Señor Jesucristo de la muerte y le dio gloria y un trono a su diestra. Todo en el cielo y en la tierra se sujeta a Él; todo lo que respira le servirá; Él viene como el juez de los vivos y los muertos y Dios sentenciará a aquellos que le desobedecen como responsables de su sangre.

REGENERACIÓN


.      REGENERACIÓN
1.         La naturaleza de la reGn.eración.
            La reGn.eración es un Hch.o divino que imparte al creyente penitente una vida nueva y más eLv.ada en unión con Cristo.
            El Nuevo Testamento describe la reGn.eración de la siguiente manera:
a.         Un nacimiento. Dios el Padre es el Procreador y el creyente es el ha sido enGn.drado de Dios (1Jn._5:1) "nacido del Espíritu," (Jn._3:8), y "nacido de arriba," traducción literal de Jn._3:7. Estos términos se refieren al Hch.o de gracia creativa que hace al creyente hijo de Dios.
b.         Una limpieza. Dios nos salvó por el "lavamiento (literalmente, baño) de la reGn.eración," Tit_3:5. El alma fué completamente bañada o limpiada de las inmundicias de la vieja vida, y hecha vivir en novedad de vida, una experiencia representada por el bautismo en agua. Hch._22:16.
c.         Un avivamiento. Fuimos salvos no solamente por el "lavamiento de la reGn.eración," sino también por la "renovación del Espíritu Santo." Tit_3:5 Compare también Col_3:10; Rm._12:2; Ef._4:23; Sal_51:10. La esencia de la reGn.eración es una vida nueva impartida por Dios el Padre, mediatamente por Cristo, y por la operación del Espíritu.
d.         Una creación. El que creó al hombre en el comienzo, y alentó en sus narices soplo de vida, lo recrea por la operación de su Espíritu Santo. 2Co_5:17; Ef._2:10; Gál._6:15; Ef._4:24; compare Gn._2:7. El resultado práctico es un cambio radical en la naturaleza del individuo, carácter, deseos y propósitos.
e.         Una resurrección. Rm._6:4-5; Col_2:12; Col_3:1; Ef._2:5-6. Así como Dios proporcionó vida al barro o arcilla sin vida, para que tuviera conciencia del mundo físico, así también proporciona vida al alma muerta en pecados y la hace consciente de las realidades del mundo espiritual. Este Hch.o de resurrección de la muerte espiritual es simbolizada en el bautismo en agua. La reGn.eración es "ese gran cambio que Dios opera en el alma cuando le comunica vida, a una vida de justicia." - Wesley.
            Se notará que los términos arriba expresados son simples variantes de un gran pensamiento básico de reGn.eración, es decir, la comunicación divina de nueva vida al alma del hombre. Y tres hechos científicos, ciertos en lo que respecta a la vida natural, también se Ap.lican a la vida espiritual, es decir, que viene repentinamente, Ap.arece misteriosamente, y se desarrolla progresivamente.
            La reGn.eración es una carHch.erística única en la religión del Nuevo Testamento. En las religiones paganas la permanencia o incAp.acidad de cambio de carácter es universalmente reconocida. Aunque estas religiones prescriben penitencias y ritos por medio de los cuales el hombre puede esperar expiar sus pecados, no hay pRm.esa de vida y gracia para transforMr. su naturaleza. La religión de Jesucristo "es la única religión que profesa toMr. la naturaleza caída del hombre y reGn.erarla inculcando en ella la vida de Dios." Y profesa hacer esto porque el Fundador del cristianismo es una persona viviente, divina, que vive para salvar hasta lo sumo.
            No existe analogía entre la religión cristiana y pongamos por ejemplo, el budismo o la religión mahometana. Nadie, en sentido correcto, podría decir: "El que tiene a Buda, tiene la vida." (Lea 1Jn._5:12.) Quizá tenga algo que ver con la moralidad. Quizá estimule, impresione, enseñe y guíe, pero no existe nada claramente añadido al alma de aquéllos que profesan el budismo. Estas religiones quizá desarrollen al hombre natural o moral. Empero el cristianismo profesa ser algo más. Es el hombre mental o moral sumado a algo más o Alguno más.

JUSTIFICACIÓNnjr


.        JUSTIFICACIÓN
1.         La naturaleza de la justificación: absolución divina.
            El vocablo "justificar" es un término judicial que significa absolver, declarar justo, o pronunciar sentencia favorable de aceptación. La palabra se toma de las relaciones jurídicas. En efecto, el culpable comparece ante Dios, el Juez justo. Pero en cambio de una sentencia de condenación, recibe la absolución.
            El vocablo "justificación" o "justicia" significa un estado de aceptación al cual uno entra por la fe. Esta aceptación es un don gratuito de Dios, disponible por la fe en Cristo. Rm._1:17; Rm._3:21-22. Es un estado de aceptación sobre el cual reposa el creyente. Rm._5:2. Sin tener en consideración su pasado pecaminoso e imperfección presente, tiene una posición completa y segura en relación con Dios. "Justificado" es el veredicto de Dios, y nadie lo puede contradecir o negar. Rm._8:34. La doctrina se ha definido de la siguiente manera: "La justificación es un Hch.o de la gracia libre de Dios, por medio de la cual perdona todos nuestros pecados y nos acepta en calidad de justos ante su presencia, solamente en virtud de la justicia de Cristo imputada o atribuida a nosotros y recibida por fe solamente."
            La justificación es primordialmente un cambio de posición de parte del pecador; otrora condenado, ahora absuelto; otrora bajo la condenación divina, está sujeto ahora al encomio o alabanza divina.
            La justificación abarca mucho más que el perdón del pecado y el removimiento de la condenación; en el Hch.o de la justificación, Dios coloca al ofensor en la posición de hombre justo. En algunos países el gobernador de un estado puede conmutar la pena de un criminal, pero no puede devolverle a la posición de uno que Stg.ás ha quebrantado las leyes. Empero Dios puede hacer ambas cosas. Borra el pasado, es decir, los pecados y ofensas, y luego trata de la persona como si nunca hubiera cometido pecado en su vida. El criminal perdonado no es considerado o descrito como persona buena o justa; empero cuando Dios justifica al pecador, lo declara justificado, es decir, justo a su vista. Ningún juez podría justificar con justicia a un criminal, esto es, decláralo justo y bueno. Y si Dios estuviera sujeto a las mismas limitaciones, y justifica solamente a los buenos, entonces no habría evangelio para los pecadores. Pablo nos asegura que Dios justifica a los impíos. "El milagro del evangelio consiste en que Dios acude a los impíos con una misericordia que es toda justa, y cAp.acita a los impíos, por la fe, y a pesar de lo que son, a iniciar una relación nueva con él en la cual la  justicia se hace posible para ellos. El secreto todo del cristianismo del Nuevo Testamento, y de todo avivamiento religioso y reforma en la iglesia, es esa paradoja Mr.avillosa: Dios "justifica al impío."
            De manera entonces que la justificación es en primer lugar una resta: la cancelación de la Dt.da del pecado, y en segundo lugar, suma: la imputación o atribución de la justicia.
2.         La necesidad de la justificación: la condenación del hombre.
            Job hizo la siguiente pregunta: "¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?" Job_9:2. "¿Qué es menester que yo haga para ser salvo?" dijo el carcelero de Filipos. Ambos hombres expresaron una de las preguntas de mayor trascendencia que se pueden preguntar: ¿de qué manera puede el hombre cancelar su Dt.da con Dios y estar seguro de que ha sido Ap.robado por el Hacedor?
            La respuesta a la pregunta se encuentra en el Nuevo Testamento, especialmente en la epístola a los Rm.anos, la que presenta el plan de la salvación en forma detallada y sistemática. El tema del libro está encerrado en Rm._1:16-17, y puede expresarse de la manera siguiente: el evangelio es el poder de Dios para la salvación del hombre, porque dice de qué manera los pecadores pueden ser cambiados en lo que respecta a posición y condición, para quedar en buenas relaciones con Dios.
            Una de las frases notables del libro es la siguiente: "La justicia de Dios." El Ap.óstol inspirado describe la clase de justicia que es aceptable ante Dios, de manera que el hombre que la posee es considerado "justo" a la vista de Dios. Es la justicia que resulta de la fe en Cristo. Pablo nos demuestra que todos los hombres necesitan la justicia de Dios, puesto que la raza toda ha pecado. Los Gn.tiles están bajo condenación. Los pasos que condujeron a la caída son evidentes: una vez conocieron a Dios (Rm._1:19-20), pero al no adorarle y servirle, sus mentes se oscurecieron. Rm._1:21-22. La ceguera espiritual condujo a la idolatría, (ver Rm._1:23), y la idolatría lLv.o a la corrupción moral. Rm._1:24-31. No tienen excusa, porque poseen una Ap.elación de Dios en la naturaleza, y una conciencia que Ap.rueba o desAp.rueba sus acciones. Rm._1:19-20; Rm._2:14-15. El judío está también bajo la condenación. Es cierto que pertenece a la nación escogida, y ha conocido la ley de Moisés por centenares de años, pero ha violado esa ley en lo que respecta a pensamientos, hechos y palabras. CAp.ítulo 2. Pablo cierra las puertas de la celda de condenación de la raza humana, con las siguientes palabras: "Empero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tAp.e, y que todo el mundo se sujete a Dios; porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado."
            ¿Qué es esta justicia que el hombre necesita tanto? El vocablo mismo significa el estado o condición de justo. A veces la palabra describe el carácter de Dios, en el sentido de que está libre de imperfecciones e injusticias. Ap.licado al hombre, significa el estado de justo ante Dios. El vocablo justo equivale a "recto" o derecho, es decir, conforme a una norma o patrón. De lo que antecede se deduce que un hombre justo, recto, es aquél cuya conducta está en armonía con la ley de Dios. Mas ¿qué ocurre si descubre que en vez de justo o "recto" es "perverso," es decir, se ha desviado del camino y no puede enderezarse? Luego entonces necesita la justificación, la cual es obra de Dios.
            Pablo ha declarado que por las obras de la ley nadie puede justificarse. No se trata de un baldón sobre la ley, la cual es santa y perfecta. Significa simplemente que la ley no fue dad para el fin de hacer justa a la Gn.te, sino para proporcionar un nivel de justicia. La ley puede compararse con una medida que indicará el largo de una pieza de Mt.erial, pero no aumentará su largo. O se puede comparar a una báscula que dice el peso que tenemos, pero no puede añadir a nuestro peso. "Por la ley es el conocimiento del pecado."
            "Mas ahora, sin ley, la justicia de Dios se ha manifestado." Nótese el vocablo "ahora." Se ha dicho que para Pablo el tiempo se dividía en "ahora y entonces." En otras palabras, la venida de Cristo efectuó un cambio en el trato de Dios con el hombre. Introdujo una nueva era o dispensación. Durante sigloe el hombre había estado pecando y reconociendo la imposibilidad de abandonar o conquistar sus propios pecados. Pero ahora Dios con claridad, y abiertamente, ha Ap.elado el camino.
            Muchos israelitas consideraban que debía de haber una forma de ser justificado, Ap.arte del guardar la ley, por dos razones: (1) Percibieron un profundo abismo entre el nivel de Dios para Israel, y su condición Hch.ual. El pueblo de Israel era injusto, y la salvación no podía llegar por sus propios méritos y esfuerzos. La salvación debía de proceder de Dios, por medio de su interposición en beneficio de ellos. (2) Muchos israelitas supieron por experiencia personal que no podían guardar la ley perfectamente. Llegaron a la conclusión de que debía de existir una justicia independiente de sus propias obras y esfuerzos. En otras palabras, anhelaban la redención y la gracia. Y Dios les aseguró que tal justicia debía de ser Ap.elada. Pablo (Rm._3:21) habla con respecto a la justicia de Dios sin la ley que ha sido "testificada por la ley, (Gn._3:15; Gn._12:3; Gál._3:6-8) y los profetas (Jer_23:6; Jer_31:31-34)." Esta justicia abarca el perdón de los pecados, y la justicia  interna del corazón.
            En realidad, Pablo afirma que la justificación por la fe era el método original de Dios de salvar al hombre; la ley fué añadida con el objeto de disciplinar a los israelitas y hacerlos sentir la necesidad de la redención. Gál._3:19-26. Empero la ley en sí misma no tenía poder salvador de ls misma manera que un termómetro no tiene poder para hacer disminuir la fiebre que registra. Jehová mismo era el Salvador de su pueblo, y su gracia su única esperanza.
            Desgraciadamente los judíos llegaron a exaltar la ley como aGn.te justificador, e idearon un sistema de salvación basado en los méritos de guardar sus preceptos, y las tradiciones añadidas a ella. "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios." Rm._10:3. Habían interpretado erróneamente el propósito de la ley. Habían llegado a confiar en ella como medio de salvación espiritual. Al ignorar la pecaminosidad innata de sus corazones, se imaginaban que serían salvados mediante el guardar la letra de la ley, de manera que cuando vino Cristo ofreciéndoles salvación por sus pecados, pensaron que no tenían necesidad alguna de tal Mesías. Lea Jn._8:32-24. Pensaron que se prescribirían ciertos rígidos requisitos por medio de los cuales podían obtener vida eterna. "¿Qué haremos?" preguntaron, "para que obremos las obras de Dios?" Y no estaban dispuestos a seguir el camino indicado por el Señor Jesús." Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado." Jn._6:28-29. Estaban tan ocupados procurando establecer y resolver su propio sistema de justicia que pasaron por alto o equivocaron el plan de Dios para justificar al hombre pecador. En la realización de un viaje, un tren es el medio para llegar a un fin. No tenemos intención de hacer del tren nuestra casa u hogar permanente. Estamos preocupados solamente de llegar a destino, y cuando llegamos al fin de nuestro viaje, deStg.os el tren. La ley fué dada a fin de conducir a Israel a cierto destino, y el fin era la confianza en la gracia salvadora de Dios. Empero cuando vino el Redentor, los judíos satisfechos de sí mismos procedieron como un hombre que se rehúsa a dejar el tren cuando ya se ha llegado a destino, aun cuando el guardia o inspector del tren anuncia que se ha llegado a punta de rieles. Los judíos se negaron a moverse de sus asientos en el "tren" del Antiguo PHch.o, aún cuando el Nuevo Testamento anunciaba que Cristo es "el fin de la ley" y que el Antiguo PHch.o se había cumplido. Rm._10:4.
3.         La fuente de la justificación: gracia
            Gracia significa primordialmente favor, o disposición bondadosa en la mente de Dios. Se ha denominado "pura bondad y favor sin recompensa"; "favor inmerecido." Como tal, la gracia no puede hacer Dt.dor al hombre. Lo que Dios otorga, lo otorga como don; no podemos resarcir a Dios, ni pagar por su gracia. La salvación es presentada siempre como don, un favor inmerecido e impagable, un beneficio puro de Dios. Rm._6:23. El servicio cristiano, por lo tanto, no se hace en pago de la gracia de Dios. El servicio es la forma cristiana de expresar nuestra devoción y amor a Dios. "Le amamos, porque él nos amó primero."
            La gracia es el trato de Dios con el pecador absolutamente Ap.arte de la cuestión de méritos o deméritos. "La gracia no equivale a tratar a una persona según lo merece, o mejor de lo que merece," nos dice el Dr. L. S. Chafer. "Equivale al trato misericordioso sin la más mínima referencia a sus merecimientos. La gracia es amor infinito que se expresa por medio de bondad infinita."
            Debe evitarse un malentendido. La gracia no significa que el pecador es perdonado porque Dios tiene un gran corazón que le permite perdonar la pena o desistir de imponer justo juicio. El Gobernador perfecto del Universo no puede tratar con lenidad el pecado, pues ello lo desviaría de su perfecta santidad y justicia. La gracia de Dios hacia los pecadores se ve en el hecho de que él mismo, por medio de la expiación de Cristo pagó toda la pena por el pecado sin tener en consideración el mérito o demérito del pecador. El pecador no es perdonado porque Dios sea misericordioso para excusar sus pecados, sino porque existe redención por medio de la sangre de Cristo. Rm._3:24; Ef._1:7. Predicadores liberales se han desviado del camino en este punto: han pensado que Dios es misericordioso al perdonar el pecado, mientras que el perdón de los pecados se basa en justicia estricta. Al perdonar el pecado, "él es fiel y justo." 1Jn._1:9. La gracia de Dios se Ap.ela al proveer una expiación por la cual puede al mismo tiempo justificar a los impíos, y al mismo tiempo reivindicar su ley santa e inmutable.
            La gracia es independiente de la Hch.ividad u obra del hombre. Cuando una persona está bajo la ley, no puede estar bajo la gracia; cuando está bajo la gracia, no está bajo la ley. Una persona está bajo la ley cuando procura asegurarse la salvación o santificación como asunto de recompensa, mediante la realización de buenas obras y la observación de ceremonias; está bajo la gracia cuando obtiene salvación confiando en la obra de Dios, hecha para él, y no en sus obras para Dios. Las dos esferas se excluyen mutuamente. Gál._5:4. La ley dice: "PáGál.o todo," mientras que la gracia afirma: "Todo está pagado." La ley significa un trabajo que debe hacerse, la gracia es una labor hecha. La ley restringe las acciones; la gracia cambia la naturaleza. La ley condena; la gracia justifica. Bajo la ley, una persona es un siervo que trabaja por salario; bajo la gracia es un hijo que disfruta de la herencia.
            Profundamente arraigada en el corazón del hombre está la idea de que el hombre debe hacer algo para hacerse digno de la salvación. En la iglesia primitiva ciertos maestros judíos cristianos insistieron que los convertidos eran salvados por la fe, y por la ley de Moisés, es decir, su observación. Entre los paganos, y en algunos sectores de la iglesia cristiana, este error ha tomado la forma de castigo a sí mismo, el cumplimiento de ritos, la realización de peregrinajes, la dádiva de limosnas. La idea que subraya todo esto es la siguiente: Dios no es misericordioso, el hombre no es justo, por lo tanto debemos de hacernos justos a nosotros mismos con el objeto de hacer a Dios misericordioso. Ese fué el error de Lutero, cuando mediante dolorosa mortificación de su cuerpo procuraba efectuar o lograr su propia salvación. "Oh cuando serás lo suficientemente piadoso para que tengas un Dios misericordioso," exclamó en cierta oportunidad. Pero finalmente descubrió la verdad que constituye la base del evangelio: Dios es misericordioso y por lo tanto desea hacer justo al hombre. La gracia de un Padre amoroso Ap.elada en la muerte expiatoria de Cristo es un elemento en el cristianismo que lo diferencia de cualquier otra religión.
            La salvación es la justicia imputada o atribuida de Dios; no es la justicia imperfecta del hombre. La salvación es una reconciliación divina; no es una regulación del hombre. La salvación es la cancelación de todos los pecados; no es el cese de cometer algún pecado. La salvación es ser librado de la ley, ser muerto a la ley. No es deleitarse en la ley, o cumplir la ley. La salvación es reGn.eración divina; no es reforma humana. La salvación es ser aceptable a Dios; no es convertirse en excepcionalmente bueno. La salvación es completamiento en Cristo; no es competencia de carácter. La salvación es siempre de Dios, y solamente de él. No es nunca del hombre.- Luis Sperry Chafer.
            A veces el vocablo "gracia" se emplea en sentido interno, para denotar la operación de la influencia divina (Ef._4:7), y el efecto de la influencia divina. Hch._4:33; Hch._11:23; Stg._4:6; 2Co_12:9. Las operaciones de este aspecto de la gracia han sido clasificadas como sigue: gracia pAp.eniente, (literalmente, "que va delante,") es la divina influencia que precede a la conversión de la persona, estimulando sus esfuerzos destinados a retornar a Dios. Es el efecto del favor de Dios en atraer al hombre, (Jn._6:44) y contender o esforzarse con el desobediente. Hch._7:51. Se denomina a veces gracia eficaz, por el hecho de que es eficaz en producir la conversión, si no se la resiste. Jn._5:40; Hch._7:51; Hch._13:46. La gracia Hch.ual cAp.acita al hombre para vivir con justicia, resistir la tentación y hacer o cumplir su deber. De manera entonces que hablamos de orar pidiendo gracia para realizar una tarea difícil. La gracia habitual es el efecto del Espíritu que mora en el hombre, que da como resultado una vida carHch.erizada por el fruto del Espíritu. Gál._5:22-23.
4.         La base de la justificación: la justicia de Cristo.
            ¿De qué manera puede Dios tratar al pecador como una persona justa? Respuesta: Dios le proporciona justicia. Mas ¿es justo dar el título de "bueno" y "justo" a uno que no se lo ha ganado? Respuesta: El señor Jesucristo lo ha ganado para el pecador, y en representación de él, a quien declara justo "por la redención que es en Cristo Jesús." La redención significa liberación completa por medio de un precio pagado.
            Cristo obtuvo esta justicia para nosotros por medio de su muerte expiatoria; "al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre." Propiciación es aquello que asegura el favor de Dios para el que no lo merece. Cristo murió a fin de salvarnos de la justa ira de Dios y asegurarnos su favor. La muerte y resurrección de Cristo representa la provisión externa para la salvación del hombre; el término justificación tiene referencia a la forma en la cual los beneficios salvadores de la muerte de Cristo se ponen a disposición del individuo; la fe es el medio por el cual el pecador se adueña de los beneficios.
            Consideremos la necesidad que se tiene de justicia. De la misma manera que el cuerpo necesita abrigo, así el alma necesita carácter. Así como uno debe Ap.arecer ante el mundo vestido de las ropas que corresponden, así también el hombre debe Ap.arecer ante Dios y el cielo Ap.estido del manto de un carácter perfectamente justo. Lea Ap._19:8; Ap._3:4; Ap._7:13-14. Empero el manto del pecador está manchado y hecho jirones (Zac._3:1-4) y si fuera a vestirse con el manto de su propia bondad y méritos, y reclaMr. el favor divino en virtud de sus propias buenas obras, éstas serían consideradas como "trAp.o de inmundicia." Isa_64:6. La única esperanza del hombre consiste en tener la justicia que Dios aceptará: la "justicia de Dios." Puesto que el hombre naturalmente carece de esta justicia, se debe de proporcionar para él; debe de ser una justicia imputada o atribuida.
            Esta justicia fué comprada mediante la muerte substituidora de Cristo. Isa_53:5; Isa_53:11; 2Co_5:21; Rm._4:6; Rm._5:18-19. Su muerte fué un Hch.o perfecto de justicia, porque satisfizo la ley de Dios; fué también un Hch.o perfecto de obediencia. Y todo esto fué hecho para beneficio nuestro, y puesto a nuestro crédito. "Dios nos acepta en calidad de justos ante sus oJs. solamente por la justicia de Cristo imputada a nosotros," dice una declaración doctrinal.
            El Hch.o por el cual Dios nos acredita esta justicia se denomina imputación o atribución. Imputación es cargar sobre una persona las consecuencias del Hch.o de otra; por ejemplo, las consecuencias del pecado de Adán son cargadas a sus descendientes. Las consecuencias del pecado del hombre fueron imputadas a Cristo, y las consecuencias de la obediencia de Cristo son cargadas o acreditadas en este caso, al creyente. El vistió nuestras ropas del pecado, a fin de que nosotros lLv.áramos el manto de justicia. El "ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación," (1Co_1:30); se convierte en Jehová, justicia nuestra. Jer_23:6.
            Cristo expió nuestra culpa, satisfizo la ley, tanto mediante la obediencia como por el sufrimiento, y se convirtió en nuestro substituto, de manera que al ser nosotros unidos a él por fe, su muerte se convierte en la nuestra, su justicia, nuestra justicia, su obediencia, nuestra obediencia. Dios luego nos acepta, no porque haya algo en nosotros, no por nada tan imperfecto como las obras, (Rm._3:28; Gál._2:16) o mérito, sino por la perfecta y del todo suficiente justicia de Cristo, acreditada a nuestra cuenta. Por amor de Cristo, Dios trata al pecador, cuando es penitente y creyente, como si fuera justo. Los méritos de Cristo se le atribuyen a él.
            La pregunta siguiente puede surgir en la mente de la persona pensante: la justificación que salva es algo externo, que concierne a la posición del pecador, pero ¿no se produce un cambio de condición? Afecta su posición, pero ¿qué diremos de su conducta? La justicia es imputada, pero ¿es también impartido? En la justificación Cristo es por nosotros, pero ¿está también en nosotros? En otras palabras, parecería que la imputación fuera un baldón para la ley, si esa imputación no lLv.ara encerrada en sí la pRm.esa de una vida futura de justicia de parte del creyente.
            La respuesta es que la fe justificadora es el Hch.o inicial de la vida cristiana, y este Hch.o inicial, cuando la fe es viva, es seguido de un cambio interno y espiritual denominado reGn.eración. La fe une al creyente al Cristo vivo, y la unión con el Autor de la vida da como resultado un cambio de corazón. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." 2Co_5:17. La justicia es imputada en la justificación, e impartida en la reGn.eración. El Cristo que está en favor de nosotros se convierte en el Cristo en nosotros. La fe por la cual una persona es en realidad justificada debe ser por necesidad una fe viva, y una fe viva producirá un vivir justo; será una fe que "obra por el amor." Gál._5:6. Además, vistiendo la justicia de Cristo, el creyente es llamado a vivir una vida acorde con ese carácter. "Porque el lino fino son las justificaciones (literalmente "obras justas") de los santos." Ap._19:8. La verdadera salvación demanda una vida de santidad práctica. ¿Qué pensaríamos de una persona que siempre viste ropas blancas, limpias, pero que nunca se lava? ¡Inconsecuente, lo menos que se puede decir! No menos inconsecuente sería la persona que reclaMr.a la justicia de Cristo, y sin embargo viviera de manera indigna al llamado cristiano. Aquéllos que visten su justicia tendrán cuidado de purificarse a sí mismos, así como él es puro. 1Jn._3:3.
5. El medio de la justificación: Fe.
            Puesto que la ley no puede justificar, la única esperanza del hombre es una justicia "sin la ley" (no una injusticia que sea ileGál., o una religión que nos permita pecar), sino un cambio de posición y condición. Esta es la "justicia de Dios," es decir, una justicia que Dios imparte; y es un don porque el hombre carece de la cAp.acidad de producirla o lLv.arla a cabo. Ef._2:8-10.
            Empero un don debe ser aceptado. ¿De qué manera, entonces es aceptado el don de justicia? O, hablando en lenguaje teológico, ¿cuál es el instrumento por medio del cual el hombre se adueña de la justicia de Cristo? Respuesta: "Por la fe de Cristo." La fe es la mano, por así decirlo, que toma o recibe lo que Dios ofrece. El que esa fe es el aGn.te de la justificación lo veremos por los siguientes pasajes: Rm._3:22; Rm._4:11; Rm._9:30; Heb_11:7; Fil._3:9.
            En virtud de cierto medio, los méritos de Cristo le son comunicados al pecador, y este recibe la salvación. Tal medio debe ser divinamente designado, puesto que debe transmitir aquello que sólo Dios otorga. Este medio es la fe, el principio de que se vale la gracia de Dios para devolvernos la imaGn. y faor divinos, Nacida en pecado, y heredera de miserias y sufrimientos, el alma necesita un cambio completo, así interior como exterior, tanto en lo que respecta a su relación con Dios, como consigo mismo. El cambio que se produce en relación a Dios se llama justificación, y el cambio interior espiritual se denomina reGn.eración por el Espíritu Santo. Esta fe es despertada en el hombre por la influencia del Espíritu Santo, Gn.eralmente en relación con la Palabra. La fe se Ap.ropia de la pRm.esa de Dios, y de la salvación. Conduce al alma a descansar en Cristo como Salvador, y el sacrificio por los pecados, imparte paz a la conciencia y la esperanza consoladora del cielo. Siendo viva y espiritual, y llena de gratitud hacia Cristo, abunda en buenas obras de toda clase.
            "Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: no por obras, para que nadie se gloríe." Ef._2:8-9.  El hombre no tenía cosa alguna con la cual comprar su justificación. Dios no podía descender a lo que el hombre tenía para ofrecer; el hombre no podía eLv.arse a la altura de lo que Dios demandaba. De manera que Dios lo salvó gratuitamente: "siendo justificados gratuitamente por su gracia." Esta gracia gratuita es recibida por la fe. No existe mérito alguno en esta fe, de igual manera que no tiene mérito alguno el Hch.o de un pordiosero de extender la mano pidiendo una limosna. Este método descarga un golpe a la dignidad del hombre, pero en lo que a Dios respecta, el hombre caído no tiene dignidad alguna. Carece del poder de adquirir o acumular justicia suficiente como para comprar la salvación. "El hombre no es justificado por las obras de la ley."
            La doctrina de la justificación por la gracia de Dios, por medio de la fe del hombre, remueve o destruye dos peligros: primero, el orgullo de la justicia propia y del esfuerzo personal o propio; segundo, el temor de que uno es demasiado débil para superar los obstáculos, vencer las dificultades, obtener la victoria.
            Si la fe no es meritoria en sí misma, tratándose simplemente de la mano para obtener la gracia libre de Dios, ¿qué es lo que le concede o proporciona poder, y qué garantías ofrece que uno que ha recibido el don vivirá una vida justa? La fe es importante y poderosa porque une el alma a Cristo, y en esa uunión se encuentra el motivo y el poder para una vida de justicia. "Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis Ap.estidos... Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con sus pasiones y deseos." Gál._3:27; Gál._5:24.
            La fe no solamente recibe pasivamente sino que también emplea Hch.ivamente lo que Dios otorga. Es asunto del corazón (Rm._10:9-10; compare Mt._15:19; Pro_4:23), y el creer con el corazón es abarcar, u obtener la colaboración de todas las emociones, afectos y deseos, en respuesta al ofrecimiento de salvación hecho por Dios. Por medio de la fe, Cristo vive en el corazón. Ef._3:17. La fe opera por el amor (la "obra de vuestra fe," 1Ts._1:3). Es decir, se trata de un principio enérgico, vivificante, como así también una Hch.itud receptiva. La fe es entonces un motivo poderoso para la obediencia y para toda buena obra. La fe encierra la voluntad, y está relacionada con todas las buenas elecciones y acciones, porque "todo lo que no es de la fe es pecado." Rm._14:23. Abarca la elección y adherencia a la verdad (2Ts._2:12) e implica la sujeción a la justicia de Dios. Rm._10:3.
            La siguiente es la enseñanza bíblica relativa a las relaciones entre la fe y las obras. La fe es opuesta a las obras cuando por las obras significamos las buenas acciones en las cuales una persona depende para la salvación Gál._3:11. Sin embargo, una fe producirá obras (Stg._2:26) de la misma manera que un árbol con vida producirá frutos. La fe es justificada y Ap.robada por las obras, (Stg._2:18) de la misma manera que la salud y el vigor de las raíces de un árbol frutal se conocen por sus frutos. La fe se perfecciona en las obras (Stg._2:22), de la misma manera que una flor se completa o manifiesta en el proceso de echar flor o florecer. En pocas palabras entonces, las obras son el resultado de la fe, la prueba de la fe, y la consumación de la fe.
            Se ha imaginado una contradicción entre las enseñanzas de Pablo y las de Santiago, puesto que uno Ap.arentemente enseña que una persona es justificada por la fe y la otra por las obras. Compare Rm._3:20 y Stg._2:14-26. Sin embargo la comprensión del sentido en el que se usan estos vocablos disipará rápidamente la supuesta dificultad. Pablo elogia o encomia una fe viva que confía en Dios solamente; Santiago  denuncia una fe formalista, muerta, que es meramente un asentimiento intelectual. Pablo rechaza las obras muertas de la ley, u obras sin fe; Santiago encomia las obras vivas que demuestran que la fe es vital. La justificación de que nos habla Pablo se refiere al comienzo de la vida cristiana; mientras que Santiago emplea el vocablo en el sentido de esa vida de obediencia y santidad que es la expresión exterior o evidencia de que una persona es salvada. Pablo combate el leGál.ismo, o dependencia en obras de salvación; Santiago combate el antinomiaísmo, o las enseñanzas de que no importa mucho de que manera uno vive mientras uno cree. Pablo y Santiago no son dos soldados que se oponen entre sí; están espalda contra espalda, luchando contra enemigos que vienen de direcciones opuestas.