martes, 29 de octubre de 2013

¡Tenemos también la maravilla de maravillas: el ojo
humano ¿Cómo podría alguna persona observar un
ojo humano y suponer que apareció por casualidad?
Los evolucionistas nos dicen que, donde hay necesidad,
la naturaleza proveerá lo que se necesita. ¿Puede
imaginar usted que nosotros necesitábamos visión?
Nadie había visto jamás nada, pero había necesidad
de ver algo. Así que la naturaleza creó el ojo.
Imagínese, creó dos ojos en un plano horizontal, de
tal modo que no sólo viéramos, sino que también
tuviéramos un telémetro para determinar distancia.
¿Se ha preguntado usted qué les ocurre a las
lágrimas que continuamente fluyen por el ojo? El
doctorWilliam Paley escribió una obra clásica titulada
Natural Theolog;y (Teología natural), en la cual hace un
estudio del ojo. "A fin de mantener el ojo húmedo y
limpio, cualidades que le son necesarias para su
brillantez y su uso, se le aplica constantemente un
lavamiento mediante una secreción que tiene ese
propósito; y la salmuera superflua es llevada hacia la
nariz a través de una perforación que hay en el hueso,
que tiene el tamaño del cañón de una pluma de
ganso. Tan pronto como este fluido entra en la nariz,
se extiende sobre la parte interna de las fosas nasales,
y es evaporado por la corriente de aire tibio que en el
curso de la respiración pasa continuamente sobre
él. .. Fácilmente se percibe que el ojo tiene que
necesitar humedad; ¿pero pudiera la necesidad del
ojo generar la glándula que produce las lágrimas, o
taladrar el orificio por el cual las mismas se descargan,
que es un pasadizo a través de un hueso?'" Que
los ateos y los evolucionistas nos digan quién taladró
el orificio en el hueso, y colocó allí un tubo de agua
para la dispersión de las lágrimas.
Sir Charles Scon Sherrington, famoso fisiólogo
inglés de la Universidad de Oxford, que escribió una
obra clásica sobre el ojo humano, dijo: "Detrás del
intrincado mecanismo del ojo humano hay asombrosas
vislumbres de un plan maestro. " Cuando se lo
confronta con la oscuridad, el ojo humano aumenta
unas 100.000 veces su capacidad para ver. La cámara
más complicada que jamás se haya hecho, ni siquiera
vagamente se acerca a ese punto, pero el ojo humano
lo hace automáticamente. Además, el ojo hallará el
objeto que quiere ver, y lo enfocará automáticamente.
El mismo se ampliará o se comprimirá. Al moverse
conjuntamente los dos ojos, cada uno tiene que tomar
un ángulo diferente para fijarse en lo que ha de verse.
Según la evolución entonces, cuando el ojo estuvo
listo para crearse a sí mismo, también tuvo la previsión
de protegerse, y se construyó a sí mismo debajo
del saliente óseo de la ceja, y también proveyó una
nariz en la cual colocar los lentes que la mayoría
necesitamos. Luego proveyó un obturador para pro-

tegerse de cualquier objeto extraño.

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