miércoles, 28 de agosto de 2013

CARTA DE MAMA A LAS MUCHACHAS 
(por Debi Pearl)
Rebekah, Shalom y Shoshanna Pearl,
La vida está llena de decisiones. Hay decisiones que tomarán mientras aún son jóvenes que ayudarán a moldear su propia vida así como la de sus hijos. Nuestra meta ha sido ayudarles a ustedes a prepararse para tomar decisiones sabias.
Dios dijo de Abraham: "Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él (Génesis 18:19). " Los predicadores frecuentemente se han preguntado por qué Dios escogió a Abraham para que fuera padre de la nación hebrea. Dios sabía que Abraham "mandaría a sus hijos" (les enseñaría a andar rectamente).

Cuando llegue el momento para que consideren el matrimonio, háganse esta pregunta: ¿Puede confiársele a este joven la herencia de Dios? Él no sólo afectará la vida de ustedes, sino de sus hijos y sus nietos. La enseñanza de Abraham era tan efectiva que su hijo Isaac estuvo dispuesto a confiar en su padre y someterse al cuchicho degollador. Nuevamente, Isaac confió en el criterio de su padre cuando Abraham envió a un siervo a sus parientes para escoger esposa para Isaac. Abraham sabía que se requería una mujer escogida para que un hombre escogido perpetuara su linaje.
No olviden que deben ser "ayuda idónea" para su marido. Apoyen a su marido con oración, aliento y confianza. Hónrelo, bendíganlo y sírvanle como al Señor. Él prosperará delante de Dios en esta clase de ambiente. A medida que crezca él, crecerán sus hijos y su copa estará tan llena que rebosará para bendecir a otros.
Cuando estén molestas con ellos por alguna irritación insignificante, recuerden que están interrumpiendo la comunicación en oración. No permitan que los resentimientos envenenen y enfermen la relación. Sean alegres, agradecidas y prestas para perdonar. Sus hijos las observarán. Si manifiestan indiferencia, desaprobación, enojo, irritación o deshonra con su marido, abrirán la puerta para que los hijos hagan lo mismo, no únicamente con su padre, sino en mayor medida, con ustedes. En Proverbios se hace referencia a esto mismo: "La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba (Proverbios 14:1). "
Inicien el entrenamiento de sus hijos desde temprano; no esperen hasta que se presenten los problemas. El bebé de un año que vacila para obedecer está desarrollando un hábito que acarreará pesar a medida que crezca. Lo que es tu hijo a los dos años lo será a los doce, sólo que multiplicado muchas veces. "Aún el muchacho es conocido por sus hechos, si su conducta fuere limpia y recta (Proverbios 20:11). " No esperen que sus hijos repentinamente se transformen en adultos temerosos de Dios. El adulto
expresa durante toda su vida lo que fueron sus años formativos. El adulto no es más que un niño viejo.

No permitan que los afanes de la familia, la iglesia y el mundo les robe el tiempo necesario para mantener un matrimonio santo. El tiempo invertido en ser una buena esposa es la raíz profunda que nutre toda la planta. Tengan un santuario donde no se permita la entrada a ningún niño. En ocasiones ser buena madre significa enseñarles a los niños que, "Este es NUESTRO tiempo, y mas vale que ustedes encuentren en qué ocuparse en otro lugar."

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