martes, 31 de julio de 2012

DEIDAD DE CRISTO

En el evangelio según San Mateo 16:13-17 "Viniendo
Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus
discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es
el Hijo del Hombre?
Ellos dijeron: Unos, Juán el Bautista; otros Elías; y
otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y
vosotros, ¿Quien decís que soy yo? Respondiendo
Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, Hijo de Jonas,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que esta en los cielos."
Como podemos notar en el pueblo había opiniones diversas y distintas, acerca de
la persona y de la identidad de Cristo; pero todas equivocadas y hasta mal
intencionadas como las de los Fariseos, que le tildaban de Sedicioso ante las
autoridades políticas y de blasfemo ante las autoridades religiosas, la única
respuesta correcta que aunque salió del Apóstol Pedro, la misma le fue dada por
revelación Divina; esta verdad revelada divinamente, establece la deidad de Nuestro
Señor Jesucristo.
En estos días del fin cuando hay tanta apostasía, tanto culto falso, tanta herejía, hoy
también existen muchas opiniones y conceptos erróneos, irreverentes y atrevidos,
sobre la persona y la identidad de Nuestro Señor. Veamos algunas opiniones de hoy
día:
Los Bahais dicen que Cristo fue una manifestación de Dios;
Los Hare khrisna dicen que Cristo fue uno de sus Gurús;
Los Islámicos dicen que Cristo fue un profeta, pero que fue invalidado por Mahoma;
Los del Hinduismo dicen que Cristo fue uno de muchos Mesías, y que sus
sufrimientos fueron como los de cualquier profeta;
Los Rosacruces dicen que Jesús es un hombre reencarnado, un iluminado;
Los Teosofistas dicen que Cristo era no mas que un maestro;
Los Masones dicen que Jesús de Nazaret fue un hombre como nosotros;
Los Espiritistas dicen que Jesús fue un notable médium Judío;
Los testigos de Jehová dicen que Jesús fue un ser creado como nosotros;
Los Unitarios o Jesús solos dicen reconocer la deidad de Cristo, pero rechazan la
deidad del Padre y la del Espíritu Santo;
Los Mormones o sea los llamados santos de los últimos días, dicen que Cristo es
un espíritu preexistente, unos de muchos dioses;
Los de la Ciencia Cristiana dicen que Jesucristo no es Dios;
Los de Unity dicen que Jesús es él yo nuestro;
Los de la Meditación Trascendental dicen que Cristo es un iluminado;
Los del Coreano Moon dicen que Cristo es un Mesías fracasado;
Los del Romanismo colocan a Cristo en un lugar secundario, con relación a María a
la que llaman la madre de Dios;
Los ateos dicen que como no hay Dios, Jesucristo no es el Hijo de Dios.
Y también en nuestros días hay hombres con mentes tan depravadas, mentes tan
corrompidas como letrinas, que presentan a Cristo en películas, como bohemio,
como fornicario, como inmoral, como homosexual. Pero vayamos al testimonio y a
la evidencia de las Sagradas Escrituras, de la historia y de la experiencia humana;
la existencia eterna de Cristo. La Biblia claramente enseña la existencia eterna de
Cristo, desde antes de su manifestación histórica en el pesebre de Belén,
mencionaremos solamente algunos versículos.
El Profeta Isaías le llamo Enmanuel, que significa "Dios con nosotros" (Isaías 7:14);
también le llamo Dios Fuerte, Padre Eterno. El profeta Miqueas le llamo Señor en
Israel desde los días de la eternidad (Miqueas 5:2). El Apóstol Juan escribe: "En el
principio era el verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios."(Juan 1:1-2). El Apóstol escribe que todo fue creado por medio
de él (de Cristo) y para él, y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten.(Colosenses 1:16-17). También le llama como Gran Dios y Salvador
Jesucristo (Tito 2:13).
Títulos divinos; Hay varios títulos de Cristo que establecen firmemente su
divinidad, solo mencionaremos dos de estos: Hijo de Dios, de la misma manera que
el título Hijo del Hombre, expresa la naturaleza humana recibida de la madre María,
igualmente el título Hijo de Dios expresa la naturaleza divina que poseía, esto es su
Deidad.
El Padre Celestial dio testimonio audible de que Cristo es su Hijo; en ocasión de su
bautismo en el río Jordán " y hubo una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17). Y en el monte de la
transfiguración, estando tres de sus apóstoles presentes, " y he aquí una voz desde
la nube, que decía: este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oid"
(Mateo 17:5).
En los 4 evangelios y en los hechos, Jesucristo es llamado Hijo de Dios 59 veces y
en el resto del nuevo testamento 51 veces. Hay otro título que denota claramente su
deidad, este título es: Señor. Este titulo pertenece realmente a Dios, Los hebreos lo
aplican exclusivamente a Dios.
En los 4 evangelios Jesucristo es llamado Señor 133 veces, en el libro de los
Hechos de los Apóstoles 84 veces, en el resto del Nuevo Testamento 150 veces, en
estos 2 títulos Señor e Hijo de Dios, el N.T. proclama 477 veces la deidad de Nuestro
Señor Jesucristo.
Y Cristo mismo consciente de su deidad se refirió a sí mismo, en muchas ocasiones
como Hijo de Dios y Señor. Igual a Dios, en su oración intercesora hablando con el
Padre, Él decía: "y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío" (Juan 17:10).
Para poder redimirnos "siendo en forma de Dios, no estimo el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a
sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por los cual
Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para Gloria de Dios Padre."(Filipenses 2:6-11).
Los hombres mataron a Cristo, porque Cristo sé hacia igual a Dios (Juan 5:18),
pero, Dios le resucitó vindicándole como Hijo de Dios (Romanos 1:4); sentándole a
su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en
el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies (Efesios 1:20-22).
Conjuntamente con el Padre y El Espíritu Santo, forman la Santísima Trinidad, cuya
evidencia Bíblica es abrumadora, su igualdad con el Padre es evidencia de la
deidad de Cristo, su nacimiento y vida, las profecías y detalles milagrosos acerca
del nacimiento de Cristo, como 270 veces, hubiese sido humanamente imposible de
cumplirse, a no ser que el que habría de nacer es el Hijo del Dios Altísimo.
Estos centenares de profecías y detalles milagrosos que se cumplieron, al pie de la
letra en su nacimiento, fueron confirmados por millares de prodigios y milagros
realizados por Cristo en su ministerio, que probaban su deidad, por ejemplo: su
victoria sobre Satanás en la tentación en el desierto; la proclama de Juán el
Bautista presentándole como el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo
(Juan 1:29); el testimonio audible del padre desde el cielo; su vida impecable, su
amor y paciencia perfectamente balanceada, con su indignación contra la
hipocresía, sus enseñanzas, su doctrina, su sabiduría, su seguridad, su autoridad,
no había enfermedad del cuerpo, de la mente, del espíritu que el no pudiera sanar,
echaba fuera demonios, y aun los demonios reconocían que Él es el Hijo del Dios;
Él calmaba la tempestad, multiplicaba el pan, resucitaba los muertos, sabia
perfectamente que iba a ser traicionado, arrestado, juzgado, negado, condenado,
maltratado, crucificado, que habría de morir, pero que también habría de resucitar y
saldría vencedor sobre el pecado, el diablo, la muerte; por 40 días se apareció a sus
discípulos y luego ascendió al cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
Por su vida impecable, victoriosa y de obras sobrenaturales, Dios dio abundante
evidencia de que Él es el Hijo de Dios. La eficacia de su sacrificio, pues, el pecado
entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte; así la muerte paso a
todos los hombres, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12), y por cuanto todos
pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Por lo cual ningún
hombre, podrá de manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate
(Salmo 49:7).
Entonces para poder redimir al hombre, hacia falta una persona santa, impecable,
divina; para que pudiera dar su vida, y su sangre como precio para el rescate del
hombre pecador (Romanos 3:10 y 23), y esa persona es nuestro amado Salvador
Jesucristo, que nos dice la Biblia, que en el propósito de Dios, Él fue inmolado,
desde el principio del mundo, es por la preciosidad de su sangre inocente,
inmaculada, pura, divina, incorruptible, eterna, presentada como ofrenda por el
pecado del hombre, que el hace perfectos para siempre, a los que creen en su
nombre y aceptan su sacrificio, y ya Dios nunca mas se acordará de sus pecados y
transgresiones (hebreos 10:14-17).
La eficacia de su sacrificio proclama la deidad de Cristo. La experiencia personal y
el triunfo de la iglesia, la transformación de una vida y de millones de vidas hoy día,
y a lo largo de la historia de la Iglesia, con una vida victoriosa sobre el pecado, el
conocimiento y la experiencia de que los pecados le son perdonados a los que
creen, y reciben a Cristo como su único Salvador.
La experiencia real y notable que les hace nacer de nuevo, la determinación de mas
de 200 millones de cristianos evangélicos, dispuestos a morir como martires bajo
las persecuciones imperiales y bajo las inquisiciones religiosas, solo por no admitir
la deidad de Cesar y proclamar la deidad de Jesucristo; solo por no aceptar otro
mediador a demás de Cristo, pues dice la Biblia "Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre"(1 Timoteo 2:5). La Iglesia
sigue proclamando, que Jesucristo es el Señor, el Hijo de Dios, el único Salvador, el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el único mediador entre Dios y los
hombres, el único camino, que sin Él morando en el corazón, el hombre esta
perdido, no importa cuan religioso, o cuan moral, o cuan culto sea.
Hermanos y amigos, uno de estos días Cristo se aproximará a la tierra, hasta las
nubes y "... con voz de mando, con trompeta de Dios descenderá del cielo y los
muertos en Cristo resucitaran primero, luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire ..."(1 Tesalonicenses 4:16-17).
El Señor, el Hijo de Dios, al que se le ha dado todo poder en el cielo, en la tierra y
debajo de la tierra; al aproximarse hasta las nubes, hará resucitar a los muertos en
Cristo y hará transformar a los que viven en Cristo, y todos con cuerpos
glorificados semejantes al de Cristo, ascenderemos a encontrarnos con Él.
Glorioso encuentro, luego el Señor recogerá los suyos de esta tierra, y tomaran
lugar los juicios y el terror del gobierno del anticristo, a lo cual el Señor le pondra
fin con su segunda venida, visible, literal a este mundo; el Hijo de Dios, el Verbo de
Dios, el Rey de reyes y Señor de señores, el Capitán de nuestra salvación, pondrá
su pie otra vez en esta tierra no ya como un infante, sino como Gobernante
Soberano de toda la tierra, lanzará al anticristo al lago de fuego y azufre, y con él
toda la política humana y todo sistema de gobierno humano que han demostrado
ser inútiles, y el gobernará al mundo con firmeza.
Lanzara al falso profeta al lago de fuego y azufre, y con él a toda religión pagana,
falsa, engañosa y pseudocristiana, pues Él es el Hijo de Dios, y así será reconocido
y adorado. Lanzará al diablo encadenado al abismo, y con él, todas las guerras y
violencias, revoluciones, conflictos, crímenes, pues Él es, el príncipe de Paz.
Querido lector porque no te haces amigo del Hijo de Dios, porque no le pides que
perdone todos tus pecados y que te limpie con su sangre preciosa, el va a hacer de
tu corazón su trono.

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