martes, 4 de marzo de 2014

LA MÚSICA EN LA IGLESIA Por el Rev. Luis M. Ortiz


Cuando David entonó el cántico de liberación por haberle Dios librado de la mano de Saúl y de todos sus enemigos, profetizó que los gentiles, o sea la Iglesia, también cantaría (2 Samuel 22). Desde principio la Iglesia cantó. La Iglesia de entonces cantó, y la Iglesia de hoy también canta, y debe cantar con el espíritu y con el entendimiento (1 Corintios 14:15); para que sean himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor (Efesios 5:19). Amados, nuestros himnos y coros en su música, en su letra y en su ritmo deben estar arraigados y apoyados en la Palabra de Dios. Deben seguir el modelo de los himnos que aparecen en la Biblia, y deben ser cantados con gracia al Señor (Colosenses 3:16). Deben ser cantados en el espíritu para que puedan ser de edificación espiritual, tanto al que canta como al que escucha, y para que la nube de la gloria de Dios descienda y el poder del Espíritu Santo se manifieste salvando las almas. Lucifer, fue creado el mayor de todos los querubines, y los querubines a su vez son los que inician la adoración a Dios. Y si desde antes de la creación de lucifer ya Dios había preparado los tamboriles y las flautas para él, para el uso de lucifer en la adoración, esto quiere decir que, este querubín mayor, perfecto, sabio, hermoso, esplendoroso, era el que dirigía a todos los querubines en la adoración y en la alabanza a Dios, acompañada esa adoración con la música y los instrumentos musicales que Dios preparó para Lucifer. Aquel Lucifer esplendoroso de ayer, es el Satanás tenebroso de hoy, que corrompió su  sabiduría y corrompió su música. Amados, ¿Qué es lo que viene sucediendo en las congregaciones, con respecto a la música y a los himnos? ¿Qué clase de música es la que se oye? ¿Qué clase de himnos son los que se cantan? Dios es el autor de la música, y fue creada por Él para ser usada en la adoración a Él.

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