sábado, 26 de enero de 2013


UN LÍDER CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS

En el capítulo 8 del 1 libro de Samuel tenemos aquel evento en el que el pueblo de Israel le pidió a Samuel que pusiera rey sobre ellos. El pueblo quería ser gobernado como lo eran todas las naciones que los rodeaban, es decir, tenían en su corazón el deseo de tener los lideres que tenía el resto del “mundo”, no les interesaba ni el modelo ni el plan de Dios sino que su tendencia era ser igual a los que estaban a su alrededor.
Pero esto no era nuevo, ya lo habían intentado antes. En el libro de los Jueces (8:22-23) leemos:
Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.
El corazón del pueblo estaba inclinado a tener su propio modelo de gobierno y un modelo que no era el del Señor y es así que en 1 Sam. 8:5 le piden a Samuel que les coloque un rey.
y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.
Esta petición evidentemente le pareció mala a Samuel, porque ese no era el modelo de Dios ni el ideal, así que ora y Dios le dice que les va a colocar rey concediendo su petición, pero que les advierta de los sufrimientos que iban a tener al estar bajo un rey. Pero aun oyendo todas estas advertencias, se obstinaron y dijeron ¡queremos rey, queremos rey! Y lo obtuvieron. Sin embargo, lo más interesante y lo que deseo resaltar es que ellos tuvieron lo que querían: ¡Un líder conforme a sus propios corazones! Ellos obtuvieron un líder conforme al corazón del pueblo, con sus mismas inclinaciones y prioridades, con sus mismos pecados, con sus mismos deseos de complacer sus anhelos carnales y no a Dios.
Todos sabemos el miserable fin de esta historia, triste en verdad, un fin de destrucción para el pueblo. El cuadro repetitivo de las Escrituras en el libro de los Reyes y Crónicas es que siempre que un líder malo se levantaba entre el pueblo de Israel, mas mal le traía al pueblo.
Pero luego de esto, vemos que a pesar de esto, Dios en su gran misericordia hacia el pueblo que pidió un rey conforme a sus pasiones pecaminosas, desecha a Saúl y les dice que ahora les daría un líder conforme – no al corazón de este pueblo-, sino conforme al corazón de Dios (Cf. 1 Sam.13:14). Este hombre es David y como todos sabemos, un hombre del que se dice en las Sagradas Escrituras que es conforme al corazón de Dios.
Dos tipos de líderes
Así que podemos concluir la existencia de dos tipos de líderes aquí: Uno conforme al corazón del pueblo y Otro conforme al corazón de Dios. Evidentemente el segundo tipo de líder es el designado por Dios, por excelencia y para el bienestar de su Pueblo.
Ahora sin ir más lejos, lo que debemos pensar es: ¿Qué tipo de líder desea usted?, ¿Uno conforme a su corazón o uno conforme al corazón de Dios?
Lamentablemente hay que decirlo, en términos generales, muchos hermanos o personas en las iglesias buscan y andan tras uno conforme a sus propios corazones. Muchas personas viven paseando de iglesia en iglesia hasta que consiguen aquel líder que se adapta perfectamente a sus deseos y deseos de todo tipo. Es un líder que dice y hace lo que se identifica con sus propias debilidades pecaminosas. Cuyos procedimientos no incomodan sus pecados y por eso lo honran como su líder. Claro que esto puede hacerse de una forma inadvertida o intencional, pero el fin es el mismo.
Es así que estas personas que no se han sujetado a sus pastores por algún pecado que este no les consintió, (y que no debería hacerlo según las Escrituras) buscan y buscan algún líder que les consienta su maldad hasta que lo encuentran y esa es su iglesia ideal y su “rey”. Otros, si el pastor de su iglesia no les coloca en algún cargo, el que ellos esperan, buscan y buscan hasta que encuentran aquel líder que les de ese cargo, pasean por todas las iglesias que necesiten para lograrlo, hasta que por fin encuentran a este líder conforme a sus corazones que les de lo que quieren.
Tenemos un turismo inter eclesial, que revela la falta de un entendimiento Bíblico acerca de la doctrina de la iglesia, pero aun mas un turismo en el que se busca a como dé lugar, el líder que cada uno desea, el líder de sus preferencias, el líder conforme a sus corazones.
¡Hermanos queridos! Debemos entender que el líder que es conforme al corazón de Dios, no se parece muchas veces en nada al ideal que nosotros tenemos. Al mismo Samuel le costó entender que era David y no uno de sus hermanos, (Cf. 1 Sam. 16:7). Pero ese líder que Dios escoge, es el que nos va a servir de acuerdo a los planes divinos, es ese el que nos va a edificar. Sí, muchas veces será la piedra en el zapato para nosotros, pero Dios lo puso allí para que nos frene, para que nos detenga, para que nos ponga alto en el camino, también para que nos impulse adelante en el camino cristiano ¡Qué gran error andar buscando y buscando uno que se adapte a mí! ¡Ese será el lazo de perdición de muchos!
La Biblia es nuestra gran luz al respecto y dice en Hebreos 13:17: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos. No importa que a usted no le guste, no importa que muchas veces sea su obstáculo, más bien de gracias a Dios que él lo frene en su carrera hacia el pecado, no importa que no lo ponga a dirigir cuando usted quiere, o a hacer cualquier cosa, si él piensa que usted no está preparado, obedezca y sujétese. Ese fue el pastor que Dios le dio, no busque uno conforme a su corazón, deléitese en aquel que es conforme al corazón de Dios, aunque eso no le haga mucha gracia a usted.
Obedezca y sujétese, porque si no hace esto, no está desechando a su pastor sino a Dios mismo.
Y dijo… porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. (1Sam. 8:7)

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