miércoles, 29 de febrero de 2012

JESÚS, EL PAN DE VIDA



            JESÚS, EL PAN DE VIDA 
                       (Juan 6:1–5, 24–63) 
1. Jesús es el «pan de vida» porque satisface el hambre espiritual: 
a) El alma del hombre anhela el amor, y Cristo vino al mundo para hacernos saber que 
«Dios es amor», y el mismo Hijo de Dios es la suprema revelación del amor divino. Nadie 
puede ver a Cristo en el Calvario y negar el amor de Dios. 
b) El alma anhela el perdón; y Cristo, como en los días de su vida humana, todavía está 
diciendo a cada uno de los penitentes: «Hijo, tus pecados te son perdonados». 
c) El alma anhela la vida eterna; y Cristo dice: «Yo he venido para que tengan vida, y 
para que la tengan en abundancia». 
d) El alma anhela tener conocimiento de Dios, y Jesús dice: «El que me ha visto, ha 
visto al Padre». 
e) El alma anhela felicidad; y en el Apocalipsis de Juan vemos algo de lo que sera el 
mundo más allá de la tumba, y se nos dice que «Dios limpiará toda lágrima de los ojos de 
ellos y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor». 
2. El pan provee para el cuerpo los medios de crecimiento y de desarrollo: el hombre no 
se desarrolla en su perfección sin dar abrigo en su ser a las influencias benéficas del 
Evangelio de Cristo Jesús. El genio de Byron parece defectuoso cuando se ve al lado del de 
Tennyson; éste fue un cristiano decidido, aquél fue un escéptico. 
3. El pan da fuerza, vigor, vitalidad y energía al cuerpo, y así Cristo viene siendo el 
poder de los cristianos de tal manera que él mismo dijo: «Sin Mí, nada podéis hacer». 

No hay comentarios:

Publicar un comentario