miércoles, 13 de junio de 2012

MATRIMONIO SAGRADO 2

MATRIMONIO SAGRADO 2

 La Trampa del Romanticismo
Si este punto de vista suena radical, es importante
recordar que el concepto del “amor romántico” que
es tan celebrado en los medios populares, era casi
desconocido en la antigüedad. Hubo excepciones,
pero el concepto de que el matrimonio debe
involucrar la pasión y emoción y realización personal
se desarrolló relativamente reciente en la historia
humana, llegando a ser popular alrededor del fin del
siglo 11.2
Esto no es para decir que el romance en sí está mal
o que el deseo por más romance es necesariamente
malo; los buenos matrimonios trabajan fuerte para
preservar un sentido de romance. Pero la idea de
que un matrimonio puede sobrevivir con solo
romance, o que los sentimientos románticos son
más importantes que cualquier otro factor en cuanto
a escoger a una pareja, ha hecho naufragar muchos
barcos matrimoniales.

En su ensayo acerca del matrimonio, Katherine
Anne Porter explora los altibajos del matrimonio, y
hace las siguientes observaciones acerca del la
joven recién casada:
Está desmayada, horrorizada y llena de culpabilidad
porque se está dando cuenta de que ella es capaz
de odiar a su esposo, a quien ama fielmente. Lo
puede odiar tan feroz y misteriosamente como
odiaba a sus padres, a quienes ama, cuando era
niña…
Creía que había superado esto, pero aquí está otra
vez, un elemento de su propia naturaleza que no
puede controlar, o teme que no puede. Tendría que
esconder esto de su esposo…Quiere mantener su
amor.
Más que todo, quiere que él esté absolutamente
confiado que ella le ama, porque esto es la verdad,
no importa que tan irrazonable suena, a pesar de
que sus propios sentimientos los traicionan a ambos
a veces.
Con solo una perspectiva romántica del matrimonio,
advierte Porter, una joven puede perder su calma.
“Teme que su matrimonio fracase porque…a veces
siente una hostilidad dolorosa hacia su esposo, y no
puede admitir la realidad de esto porque sería una
admisión que dañaría en sus propios ojos su idea de
lo que debe ser el amor romántico.”El amor romántico no tiene nada de elasticidad.
Jamás puede ser estirado; simplemente se rompe.
El amor maduro, el tipo exigido por buen matrimonio,
tiene que estirarse, dado que en la condición
humana todos llevamos emociones contradictorias.
“Su odio es tan real que su amor,” explica Porter.
Esta es la realidad del corazón humano, es
inevitable cuando dos personas pecaminosas se
comprometen a vivir juntos, con todos sus defectos,
por el resto de la vida.
El matrimonio nos recuerda de la realidad diaria de
vivir como seres humanos pecaminosos en un
mundo radicalmente quebrantado. Queremos amar
pero frecuentemente terminamos por odiar.
Una perspectiva madura y sensible espiritualmente
tiene que ser construida sobre el fundamento del
amor maduro en lugar del romanticismo. Pero de
inmediato esto nos pone en contra de la cultura.
En su obra clásica The Screwtape Letters, C.S.
Lewis satíricamente ridiculiza la obsesión con el
romanticismo de nuestra cultura. El demonio
Screwtape jacta así: “Los humanos que no tienen el
don de la abstinencia pueden ser desviados de
buscar el matrimonio como la solución porque no se
encuentran ‘enamorados’ y, gracias a nosotros, la
idea de casarse con cualquier otro motivo les parece
baja y cínica.” 4
Nosotros casados nos damos cuenta que después
de algún tiempo la relación matrimonial se siente sin

chispa. Las parejas responden en diferentes
maneras. Muchos romperán su relación e intentarán
recrear el romance apasionado con otro. Otras se
irán por abajo en un especie de guerrilla
matrimonial, una lucha pasiva-agresiva en la cual
cada uno echa la culpa al otro por su insatisfacción o
la falta de emoción. Algunas parejas deciden
meramente cohabitar. Aun otros quizá optan a
buscar un significado más profundo, una verdad
espiritual escondida en la situación de intimidad
forzada.
Podemos huir de los desafíos del matrimonio o
podemos admitir que cada matrimonio nos presenta
estos desafíos, y enfrentarlos directamente. Si
encontramos que las mismas dificultades desafían
cada matrimonio, podemos deducir que Dios diseñó
un propósito en este desafío que trasciende algo tan
ilusorio como la felicidad.
Este libro busca aquello propósito y significado--
¿Cómo podemos descubrir en los desafíos del
matrimonio las oportunidades para aprender más
acerca de Dios, crecer en nuestro entendimiento de
él, y aprender a amarle mejor?

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