EN BUSCA DE APROBACIÓN
Las razones por las que
buscamos un "padre" son numerosas
y a veces complejas. Algunos
buscan debido a que no tuvieron
padre, otros debido a una
figura paternal negativa en sus años
formativos de crecimiento.
Cualesquiera que sean las razones,
lo significativo es que
buscamos y que la necesidad es real. El
anhelo por un padre modelo es
tan profundo que estoy conven-
cido de que Dios puso esa
necesidad dentro del hombre y la
mujer. Pero no se realizará
nuestra necesidad ni terminará
nuestra búsqueda hasta que
veamos a Dios como nuestro único
Padre competente. Se ha dicho
que dentro de toda persona hay
un vacío con forma de Dios
que sólo Dios puede llenar.
Pudiéramos decir también que
dentro de toda persona hay un
vacío en forma de padre que
sólo Dios el Padre puede llenar
Dios el Padre.
En el libro The Secrets Men
Keep (Los secretos que guardan
los hombres), el doctor Ken
Druck (con James C. Simmons)
enumera seis aspectos
importantes en los hombres donde guar-
dan secretos. El primero en
la lista es: "Los hombres anhelan
secretamente el amor y la
aprobación de su padre."2
Escribe Druck: "A menudo
desconocen que 'la búsqueda de20 El padre que nunca conocí
papá' está detrás de su
impulso de probarse a sí mismos una y
otra vez." Para escribir
su libro, Druck entrevistó e investigó a
cientos de hombres. Sus
conclusiones señalan la preponderancia en los hombres de la búsqueda de un
padre.
Nos
sorprendería saber que el denominador común más
poderoso
que ejerce influencia sobre la vida de los hombres
hoyes
la relación que tuvieron con su padre ... De los
cientos
de hombres que he entrevistado a través de los
años,
quizás el noventa por ciento admitieron tener toda-
vía
ataduras afectivas que se remontaban a sus padres.
En
otras palabras, todavía recurrían a sus padres, aunque
ellos
estuvieran muertos hacía años, para recibir aproba-
ción,
aceptación, afecto y comprensión.
Esto es típico, sea que la
relación haya sido buena o mala.
¿No es sorprendente que
algunas personas pasen por la vida
sin nunca darse cuenta de que
anhelan la aprobación de su
padre? Quizás los años de
desilusión y el levantamiento lento
de muros sea lo que nos
separe de los anhelos sin realizar de
nuestra niñez y adolescencia.
Muchas familias viven con
profundas penas. A veces éstas
nunca se resuelven. Año con
año, infligen una pérdida en forma
de amargura y de derrota.
Louie Anderson, el rotundo y
amuchachado cómico con
rutinas humorísticas acerca
de la familia, escribió un libro
titulado Dear Dad (Querido
papá). Es una serie de cartas
escritas a su padre
alcohólico después que éste murió. Aunque
las cartas están entrelazadas
con humorismo, Anderson revela
el dolor y la ira de ser uno
de once hijos de un padre alcohólico.
Anderson escribió el libro
para enfrentarse con su ira hacia su
negligente padre.
Una vez una mujer se le
acercó y exclamó:
- Ah, usted es el cómico que
no dice malas palabras.
Ella se refería a su
relativamente limpia actuación. Pero
como muchos cómicos, Anderson
respondió con humorismo
derivado del dolor.
- Las digo todo el tiempo.
Familia. Es la palabra más sucia
que conozco.
La mujer rió y dijo:
- No, no me refiero a ésa.
Anderson sonrió y dijo:
- Ésa también la digo todo el
tiempo ... Padre. Está en la
misma categoría que Familia.
Casi intercambiables.
Bromeando con ella reveló
mucho del dolor de su familia.
Anderson estaba sonriendo,
sólo porque de. no hacerlo habría
estado llorando.
Cuando los padres traicionan
la confianza de sus hijos, el dolor
que comienza en la niñez
puede cobrar un alto precio en la vida
adulta. Anderson dijo que las
cartas a su padre le ayudaron a
pasar de la ira al perdón.
Pero a veces cubrimos nuestro dolor con
la esperanza de que se vaya.
A veces para cuando llegamos a
adultos hemos perdido el
contacto con nuestros anhelos secretos.
.En otro estudio hecho sobre
hombres y sus padres, el autor
descubrió el mismo anhelo
secreto que Druck.
Los hombres anhelan a un
padre que sea cariñoso,
receptivo, físicamente
afectuoso y consolador, sincero
con sus sentimientos, que
apruebe y acepte a sus hijos
a pesar de sus faltas ... La
mayoría de los hijos casi
siempre quedan perpetuamente
desilusionados.
Los resultados son similares
con las mujeres. Suzanne
Fields entrevistó a cientos
de mujeres mientras hacía el trabajo
de investigación para su
libro Like Father, Like Daughter (De
tal padre tal hija). Ella
encontró una y otra vez que esas
mujeres anhelaban una
cercanía mayor con sus padres. "Esta
tesis central surge de
cientos de entrevistas y cuestionarios:
Papá se esconde, y nosotras
lo buscamos para siempre, sólo
ocasionalmente lo sacamos de
su escondite."
Escuche lo que dijeron
algunas de estas mujeres en. su
entrevista:
• Una cajera de treinta y
ocho años de un banco en Dakota del
Norte se lamenta: "Él
nunca preguntó por mí realmente, y
me doy cuenta ahora de que no
tengo idea de quién sea él en
realidad. ¿Cuáles fueron sus
sueños y sus temores y quiénes
fueron los diablos que lo
sedujeron con whisky y trabajo,
manteniéndolo apartado de
nosotros? Él nunca notó cuando
me corté el pelo que era
largo y lacio y lo cambié a corto y
rizado."7
• Una supervisora de oficina
de cuarenta y cuatro años en
Nashville recuerda: "Muy
dentro de mi se que me quería.
Pero deseo más que nada que
me hubiera expresado un poco
de ese amor directa y
verbalmente, si no físicamente. ¡Sólo
desearía que hubiera
pronunciado las palabras.
• Una secretaria de treinta
años de Flagstaff, Arizona, tuvo su
única conversación de corazón
a corazón con su padre después
de su ataque cardiaco.
"Tuvimos una larga conversación tem-
prano al despuntar el alba,
junto a un lago donde In! padre
había ido a recuperarse. Esta
fue la única oportunidad en que
tuvimos una conversación
verdaderamente íntima. Hablamos
de cómo se sentía él como
padre."
• Una joven mujer de Vermont
que no ha visto a su padre, en
cinco años dijo:
"Todavía busco el amor y la aceptación incondicional que nunca recibí de
él .
• Suzanne Fields resume de
manera conmovedora: "Pero en la
mayoría de los recuerdos de
estas mujeres persiste un melancólico y elegíaco lirismo de deseo vivo, siempre
deseando
más, más, más, un hambre de
algo nunca logrado en la
intimidad del corazón. En su
lugar, hay una terrible tristeza,
un vacío, o una abrumadora y destructiva
ira.
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