Aprende a elaborar estudios biblicos
¿Cómo
elaborar estudios bíblicos?
Introducción
“¿Cuál es el
método más sencillo, práctico y, sobretodo, eficaz para realizar un
estudio bíblico?” Esta es una de las preguntas que recibo con mayor
frecuencia en el volumen que recibo diariamente de correspondencia.
Y es natural. Los
nuevos creyentes, pero también aquellos que llevan un buen tiempo
caminando de la mano del Señor Jesucristo, desean aprender más de Su
Palabra y quieren aprovechar al máximo la lectura diaria y devocional de
la Biblia.
A
esta inquietud se suma el interés creciente en nuestras congregaciones
por formar líderes que contribuyan a llevar la carga y estén debidamente
capacitados para ejercer la labor de evangelización y predicación.
Unos y otros
confluyen en la necesidad de realizar un estudio sistemático de las
Escrituras de manera que, además de recibir edificación espiritual,
puedan extraer mensajes para compartir con otros creyentes.
Con el propósito
de responder a ese interés, desde el Ministerio de Evangelismo y
Misiones “Heraldos de la Palabra” hemos diseñado la presente serie, que
esperamos, constituye una valiosa herramienta para cada uno de nuestros
lectores.
¿Qué
se requiere para iniciar un estudio bíblico?
Ante todo se
requiere disposición de sacarle provecho al texto objeto de estudio,
encontrando lecciones para su aplicación práctica en la vida. Un buen
número de cristianos no son muy asiduos a la lectura y, cuesta
reconocerlo, no son estudiantes regulares de las Escrituras. Pero una
vez aprendan a realizar un estudio, estamos seguros que su actitud será
diferente.
La
libreta de notas
Al iniciar la elaboración de un estudio bíblico, es
fundamental tener a mano una libreta de notas. Allí el estudiante de la
Biblia irá consignando apuntes sobre aspectos que le llamen la atención
en la lectura, pero también podrá registrar anécdotas e información que
en el futuro le sirvan para ilustrar los mensajes.
Un
diccionario
De acuerdo con la versión de la Biblia que se
utilice, hay términos que pueden ser desconocidos para el lector. Por
esa razón le recomiendo que tenga a mano un diccionario. De esa manera
podrán absolver interrogantes sobre palabras que desconoce.
En la medida que
vaya leyendo y desconozca alguna expresión, el estudiante la anotará en
su libreta y buscará el significado. Esto ayudará a enriquecer su léxico
y por supuesto, facilitará su comprensión de la lectura.
Mucha
oración
El
encontrar revelación en la Palabra de Dios siempre debe estar antecedida
por un buen tiempo de oración delante del Señor.
Históricamente ha
sido así. Los hombres y mujeres que mantuvieron un estrecho contacto
con el Creador, recibieron siempre mensajes nuevos. Y con la lectura de
la Biblia ocurre lo mismo.
Lectura panorámica del texto
El primer paso al
comenzar un estudio bíblico es definir qué pasaje queremos estudiar.
En caso que se
trate de un libro de la Biblia (todo el texto de Jonás, por ejemplo), lo
aconsejable es realizar una lectura rápida, sin mayores prevenciones.
Imagine que se
encuentra en lo alto de una montaña. Desde allí puede divisar toda su
ciudad. Las calles, las transversales, los pasajes. Es cierto, no puede
particularizar una dirección o determinar el color específico de una
edificación, pero tiene una visión muy amplia de la zona urbana. Ve
todo. Eso es lo que ocurre cuando realizamos una lectura rápida: nos
permite tener a una idea general del texto.
Los términos que
desconozca, aquellas cosas que le llamen la atención o quizá, aspectos
que en otras ocasiones no le despertaron interés pero ahora pareciera
que cobran una importancia especial, debe anotarlos en su libreta.
Resumir
las ideas
Cuando
vaya a apuntar algo que le llamó poderosamente la atención, le sugiero
que sea lo más breve posible. Simplemente anote la idea general. Por
ejemplo, los versículos 1 y 2 del Salmo 23. Dice el texto: “El Señor es
mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a
tranquilas aguas me conduce…” (Nueva Versión Internacional).
Al resumir, usted
podría colocar: “Dios es mi pastor”, “Dios es mi proveedor” o
simplemente “Dios nos cuida en todo”. Esas ideas concretas nos permiten,
de un lado recordar fácilmente la información, y de otra parte, nos
preparan para la elaboración de mensajes.
Hay que destacar
que los resúmenes facilitan formarnos una idea general de todo lo que
trata el texto objeto del estudio. Facilitan la elaboración de esquemas
fáciles de estudiar.
Es importante tener en cuenta que la división de un
libro de la Biblia en capítulos, en ocasiones no corresponde al paso de
un tema a otro. Debemos ser muy cuidadosos con eso, para no perder el
hilo del asunto que viene tratando el autor. Este aspecto lo abordaremos
en el siguiente capítulo, en el que podremos mirar qué es texto, qué es
contexto y la importancia de mirar qué hay antes, durante y después del
pasaje que estemos analizando.
La importancia del texto y el contexto
Con demasiada frecuencia encontramos personas que toman un solo versículo de la Biblia y a partir de allí generan toda una serie de principios doctrinales. Lo grave es que, sin tener suficiente basamento Escritural, comparten mensajes totalmente desfasados, fuera de su contexto. Yerran y conducen a otras personas al error.
Con demasiada frecuencia encontramos personas que toman un solo versículo de la Biblia y a partir de allí generan toda una serie de principios doctrinales. Lo grave es que, sin tener suficiente basamento Escritural, comparten mensajes totalmente desfasados, fuera de su contexto. Yerran y conducen a otras personas al error.
Igual ocurre cuando se elabora un estudio bíblico.
No podemos, bajo ninguna circunstancia, tomar un solo versículo para
tratar de explicar todo lo que dice el pasaje, el capítulo o el libro.
Para no incurrir
en errores, definiremos qué es el texto y cuál su contexto.
El texto
Por texto podemos
definir un versículo o un pasaje específico que vayamos a estudiar.
Imagine una pared
con muchos ladrillos. El texto vendría a ser uno de aquellos ladrillos.
Hagámoslo mucho más gráfico: imagine un rompecabezas. ¿Qué es el texto?
Vendría a ser una de las muchas piezas que conforman la totalidad del
juego.
Cuando
tenemos esa imagen clara, podemos entender que un solo eslabón de la
cadena, no constituye el todo sino una parte. No puedo tomar un ladrillo
y decir: “Tengo en mis manos toda una pared o muro”.
¿Qué es el
contexto?
El
contexto es todo el conjunto de piezas del rompecabezas o el muro
completo. Es el todo en el cual se encuentra incrustado el texto.
Vamos a otro
ejemplo. Ubíquese mentalmente en el templo al que asiste. ¿Ve todas las
sillas? Pues ese conjunto de bancas vendría a ser el contexto. Pero
ahora enfoque su atención en una sola de las sillas. Si lo explicamos
gráficamente, diríamos que ese taburete vendría a ser el texto.
Tener estos dos
conceptos claros reviste particular importancia porque al elaborar un
estudio bíblico es necesario que no vamos saquemos un texto, de su
contexto.
Mirando
un pasaje dentro de su contexto
Al elaborar una lectura panorámica, tenemos una
visión general de qué acontece en la totalidad del libro o texto que
vamos a estudiar. Nos permite estar en la cima de la montaña y apreciar
el paisaje: las montañas, las nubes, los ríos, las carreteras y la
ciudad.
Este
ejercicio nos permite hilar ideas generales y conocer cuáles son los
aspectos más relevantes. Este paso es fundamental porque en el momento
de realizar un análisis detallado, tenemos una cosmovisión aproximada de
qué ocurre a lo largo del texto.
Incluso, es probable que nos surjan interrogantes o
que por el contrario, absolvamos preguntas. En todos los casos, es
recomendable leer el libro de forma panorámica.
Pero supongamos
que, una vez lo haya hecho, usted se interesa por un solo capítulo. Es
de allí que extraerá una enseñanza. Pues lo aconsejable es que se tome
el tiempo para leer los capítulos anteriores y los posteriores. Así
tendrá una idea mucho más aterrizada de qué está ocurriendo.
Entramos ahora en
una experiencia apasionante para todo estudiante de la Biblia. Es lo
que conocemos como Lectura Detallada, es decir, un paso de avanzada en
la elaboración del estudio bíblico.
¿Qué es la Lectura Detallada?
Este tipo de
lectura exige mucho más. Nos lleva a investigar, analizar, corroborar y
tomar apuntes. Es un ejercicio enriquecedor porque nos abre las puertas
para conocer en particular, de qué trata el capítulo.
Supongamos que ya
leímos la totalidad del libro que vamos a estudiar. Tenemos una
cosmovisión de qué se trata. Ahora comenzamos a particularizar y
elaborar el estudio.
Es recomendable que usted como pastor, predicador,
líder o cristiano que comienza a involucrarse en las tareas y ministerio
de la iglesia, desarrolle el buen hábito de realizar estudios bíblicos
siguiendo dos pasos esenciales: tanto la Lectura Panorámica como la
Lectura Detallada o pormenorizada.
Cuestionario a las lecciones 12 y 13
1.- Al
disponernos a la elaboración de estudios bíblicos es necesario tener:
a.- Una buena
bíblia con ayudas de estudio y tiempo para estudiar cada tópico objeto
de análisis.
b.-
Libreta de notas, una concordancia, un diccionario bíblico, oración y un
estudio panorámico del texto.
c.- Una buena concordancia únicamente.
d.- Ninguna de
las anteriores.
2.- Un análisis panorámico del texto es de suma
importancia porque:
a.- Nos permite conocer qué pasó antes, durante y
después del texto estudiado.
b.- Profundizar en términos que normalmente suenan
extraños.
c.-
Las dos anteriores.
d.- Ninguna de las anteriores.
3.-
Es importante que al leer el texto objeto de estudio:
a.- Tomemos notas
para el momento de elaborar el estudio.
b.- Subrayar nuestra Biblia con aspectos
interesantes.
c.-
Tomar notas de los aspectos interesantes observados al leer el texto.
4.-
¿Qué importancia juegan el texto y el contexto en el estudio bíblico?
a.- Permiten
determinar de dónde viene un hecho determinado, observando lo que
ocurrió antes, durante y después.
b.- Sólo basta leer el texto. El contexto no es
necesario.
c.-
El contexto es determinante porque nos ayuda a tener una mejor
comprensión del texto que estudiamos.
d.- Las respuestas a y c son correctas.
Jiménez, Fernado
Alexis, Manual para la elaboración de sermones y estudios bíblicos,
Usado con permiso.
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