Introduccion al Apocalipsis por Chafer
Apocalipsis libro de bendiciones
El
Apocalipsis empieza y termina con una bendición. Esa bendición es
nuestra si lo leemos en constante oración y obedecemos lo que leemos
(1:3). Esa bendición es nuestra si vivimos a la luz de la verdad
revelada (22:21). Las palabras "bendición" y "bienaventurado" aparecen
siete veces en Apocalipsis, y hay bendiciones y bienaventuranzas
dispersas a través del libro.
Los lectores originales de Apocalipsis fueron
los miembros de las iglesias de Asia Menor, la cual era notable por el
número y la riqueza de sus ciudades. Las siete iglesias mencionadas en
el libro fueron centros importantes de los cuales se extendió el
Evangelio al este y al oeste. El Apocalipsis es para la Iglesia de todo
el mundo y de todas las generaciones. Aquí Cristo se manifiesta así
mismo a todas las iglesias (2:23; 22:16). ¡Qué poderoso avivamiento
espiritual experimentarían las iglesias de hoy si vivieran a la luz de
este último libro de la Biblia!
Fecha
Efeso era el centro
desde el cual Juan supervisaba las iglesias de Asia Menor en lo que se
refería a asuntos espirituales. La escritura del libro ocurrió mientras
Juan era prisionero de Roma en la isla de Patmos ya casi al final del
gobierno del emperador Domiciano (probablemente cerca del año 90 d.C.).
Sin embargo, Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia primitiva,
opinaba que este libro había sido escrito durante la persecución de
Nerón, alrededor del año 64 d.C. Los eruditos modernos suelen preferir
esta fecha más temprana.
Palabras clave y pasaje central
Juicio. Apocalipsis es un
libro que está repleto de juicios, que empiezan en la casa de Dios y
continúan hasta que los impíos son debida y definitivamente castigados.
Las palabras juez y juicio aparecen quince veces en el Apocalipsis.
Profecía. Esta palabra se
usa siete veces, demostrando que el contenido del libro es dedicado al
futuro, más bien que al pasado histórico.
Testigo. Este término se
usa seis veces: cuatro veces como testigo y dos como mártir. (Estas dos
palabras son traducidas de la misma palabra griega.) El testimonio de
Jesús es dado, ya por El o por otros acerca de Él. Las palabras
testimonio y testificar aparecen doce veces en el Apocalipsis.
El pasaje central o
versículo clave del libro es "He aquí que viene"
(1:7). La repetición de la frase "Yo vengo pronto" nos recuerda que el
Cristo resucitado, el que vive para siempre, viene como el Vindicador
para tomar para sí mismo el poder y el reino. Esta esperanza nos
garantiza la aplicación final de la ineludible justicia de Dios. La
clave para el futuro está en la mano horadada de Cristo Jesús, en quien
tenemos "nuestro tesoro, el verdadero valor de lo que aún no somos
capaces de imaginar".
Sus características y su Cristología
El Apocalipsis está
marcado con la señal de la cruz, con el conflicto concerniente a la
Persona de Jesucristo, como el Cordero inmolado desde antes de la
fundación del mundo. A través de todo el libro persiste una nota de
paciencia, de fe y de sufrimiento, de amor fraternal y de esperanza
firme. La cruenta batalla entre la luz y las tinieblas se describe en
vividos colores. Se hace muy poca mención del amor en Apocalipsis; se
habla más de la ira. Cualesquiera que sean los eventos que marquen los
cambios y el desarrollo del conflicto, el resultado final no es
incierto. La rivalidad de los poderes de las tinieblas se ilustra por
medio de una serie de contrastes:
--
Los siervos de Dios son sellados; el anticristo sella a sus seguidores.
-- La Iglesia es descrita como una mujer vestida con el sol; la iglesia apóstata del anticristo se ve adornada con joyas.
-- El Cordero fue inmolado y volvió a vivir; la bestia recibe una herida mortal, pero vuelve a la vida.
-- Jehová será adorado; el anticristo reclamará adoración.
-- Cristo tiene testigos verdaderos; el anticristo tiene su falso profeta.
-- La Iglesia es descrita como una mujer vestida con el sol; la iglesia apóstata del anticristo se ve adornada con joyas.
-- El Cordero fue inmolado y volvió a vivir; la bestia recibe una herida mortal, pero vuelve a la vida.
-- Jehová será adorado; el anticristo reclamará adoración.
-- Cristo tiene testigos verdaderos; el anticristo tiene su falso profeta.
Puesto
que ésta es una revelación de Cristo, uno espera que el libro esté
lleno de Él... ¡y lo está! La Persona y obra de Jesucristo dominan sus
páginas. El doctor G. Campbell Morgan observa con toda razón que
"cualquier estudio del Apocalipsis que no se concentre en Cristo y que
no vea todas las demás cosas en torno a Él, puede conducir al lector al
más confuso laberinto". Vea el siguiente análisis:
1. Los nombres que
recibe
Jesucristo (1:1;
etc.)
Jesús (22:26; etc.)
Señor Jesús (22:20; etc.)
Señor Jesucristo (22:21; etc.)
Cristo (20:4, 6)
El Cristo de Dios (11:15; 12:10)
El Cordero (más de veinte veces)
El Rey de reyes (19:16; etc.)
El Fiel y Verdadero (19:11)
La Palabra de Dios (19:13)
El nombre desconocido (19:12)
La raíz y linaje de David (22:16)
La estrella de la mañana (22:16)
Jesús (22:26; etc.)
Señor Jesús (22:20; etc.)
Señor Jesucristo (22:21; etc.)
Cristo (20:4, 6)
El Cristo de Dios (11:15; 12:10)
El Cordero (más de veinte veces)
El Rey de reyes (19:16; etc.)
El Fiel y Verdadero (19:11)
La Palabra de Dios (19:13)
El nombre desconocido (19:12)
La raíz y linaje de David (22:16)
La estrella de la mañana (22:16)
2. Su Persona
gloriosa
Se
le atribuyen atributos y nombres divinos a Jesús, en quien mora toda la
plenitud de Dios.
Él es divino y
humano; es poseedor de dos naturalezas (5:15; 22:16).
Él es el Primero y el Último, y todo lo demás (1:17; 2:8).
Él es la Palabra viva de Dios (19:13).
Él es el que escudriña los corazones (2:23).
Él es el anciano de días (1:14).
Él es el Señor de los ángeles (1:1; 22:26).
Él es objeto de adoración y alabanza (5:8-14; 7:12).
Él es el Primero y el Último, y todo lo demás (1:17; 2:8).
Él es la Palabra viva de Dios (19:13).
Él es el que escudriña los corazones (2:23).
Él es el anciano de días (1:14).
Él es el Señor de los ángeles (1:1; 22:26).
Él es objeto de adoración y alabanza (5:8-14; 7:12).
3. Sus múltiples
obras
Él es fiel en su
testimonio de Dios y su Palabra (1:5; 3:14).
Él es el conquistador de Satanás (3:21; 5:5; 20:10).
Él es el Crucificado (5:6, 12; 7:14; 13:8).
Él es el Resucitado (1:18; 2:8; 3:21; 22:1, 2).
Él es el Rey exaltado (1:5; 3:7; 17:14).
Él es el que viene (1:7; 19:11, 19; 22:20).
Él es el conquistador de Satanás (3:21; 5:5; 20:10).
Él es el Crucificado (5:6, 12; 7:14; 13:8).
Él es el Resucitado (1:18; 2:8; 3:21; 22:1, 2).
Él es el Rey exaltado (1:5; 3:7; 17:14).
Él es el que viene (1:7; 19:11, 19; 22:20).
Es
un libro que debe ser entendido
Algunas personas
piensan que debemos considerar el Apocalipsis como un enigma de la
Iglesia. Como dice un crítico: "Mientras más se estudia, menos se sabe
de él." Sin embargo, este es un libro de Revelación — no de misterio, ni
de cosas encubiertas. El nombre "Apocalipsis" significa revelar,
descubrir, correr una cortina, revelar algo que ya no puede estar
encubierto. Es verdad que el Apocalipsis es un libro altamente
simbólico, pero es difícil hallar un símbolo en él que no esté explicado
en alguna otra parte de las Escrituras. Por lo tanto, debemos tratar de
entender un pasaje de la Escritura relacionándolo con otro (1 Corintios
2:13). El Apocalipsis contiene unas 300 alusiones a otras partes de la
Biblia.
Lo
que le fue revelado a Daniel, iba a ser revelado en el período final de
la época de los gentiles: "Los entendidos comprenderán" (Daniel 12:9,
10). Sucesos que sólo fueron mencionados por Daniel, han sido
completamente revelados ahora por Dios a sus siervos. A la mente sin
discernimiento, buena parte del Apocalipsis puede parecer-le oscura,
inexplicable, imposible de comprender; pero para aquellos que confían en
el Espíritu que inspiró a Juan para escribir el libro, su plan y su
propósito son muy claros. No obstante, en nuestros esfuerzos por
entender el Apocalipsis debemos tener presente el sabio comentario del
obispo Newton: "Explicar este libro a la perfección no es el trabajo de
un hombre ni de una época, y probablemente no llegará a ser entendido
claramente hasta que se haya cumplido."
Es un libro de
esperanza
La desesperación cuelga como una nube negra sobre las
aspiraciones de los hombres, porque las nuestras son las páginas más
oscuras de la historia de la humanidad. Con el despliegue actual de las
fuerzas revolucionarias, somos testigos del suicidio de la civilización.
Los valores de la civilización están pereciendo. La barbarie y el
crimen son el orden del día. Nuestro mundo ha sido quebrantado y
ensangrentado por el odio humano. Pero el mensaje claro e inequívoco del
Apocalipsis es el triunfo final del bien sobre el mal.
En esto no hay
dudas: los lamentos de la tierra han de cesar, porque viene un Rey que
establecerá un reino universal de paz y de justicia. Es aquí, en este
maravilloso libro, donde podemos respirar el aire tranquilo de la
victoria decisiva del bien sobre las fuerzas del mal.
Este libro tiene un
plan
Juan
declara que recibió órdenes divinas de presentar los hechos
concernientes a Uno...
--
que es —
presente
-- que era — pasado
-- que ha de venir — futuro
-- que era — pasado
-- que ha de venir — futuro
Juan escribe acerca
de:
-- las cosas que ha
visto —
pasado
-- las cosas que son — presente
-- las cosas que han de ser después de éstas — futuro.
-- las cosas que son — presente
-- las cosas que han de ser después de éstas — futuro.
Vea Apocalipsis 1:4, 19; 4:1. El libro está
estampado con el número siete, que se repite cuarenta y cinco veces, lo
cual sugiere que su estructura se compone de una serie de sietes. El
Apocalipsis no es un libro compuesto de símbolos indescriptibles y
fantásticos, sino que contiene el único plan digno de confianza sobre
los siglos venideros (vea 1:3; 19:10; 22:7, 10, 18, 19).
Ahora concentraremos
nuestra atención en el aspecto más necesario y sin embargo más
descuidado del Apocalipsis: su énfasis en la realidad y las actividades
del Espíritu Santo, quien es figura prominente del libro, especialmente
en conexión con la Iglesia que Él trajo a existencia el día de
Pentecostés. Parecería como si se estuviera presentando una misma
relación en siete aspectos diferentes a través de los 22 capítulos del
libro.
El cuadro de Cristo dibujado en él cielo (Apocalipsis 1:12-18)
Entre los diversos
aspectos del Apocalipsis, es prominente el hecho de que este es un libro
que trata sobre una Persona, Cristo mismo, quien es su tema central. El
doctor G. Campbell Morgan observa:
"Cualquier estudio de Apocalipsis que no se
centre en Cristo y que no vea todo lo demás en relación con Él,
conducirá al lector a un laberinto sin salida." Así las primeras cuatro
palabras de Apocalipsis declaran su naturaleza y su propósito: "La
revelación de Jesucristo." No es "la revelación de Juan el teólogo",
sino la manifestación de Uno a quien Juan amaba tiernamente.
Tampoco se trata
aquí de "las revelaciones". Es el singular, no el plural el que se usa.
Es "la Revelación", en la cual hay muchas facetas. En el Apocalipsis,
Cristo es más plenamente revelado y exaltado que en cualquier otro libro
de la Biblia. Abundan las alusiones a Cristo, como en las veinte o más
referencias a Él como "el Cordero". Una división amplia del libro sería
esta:
•
Cristo y sus santos (Capítulos 1—3)
• Cristo y el mundo antiguo (Capítulos 4—19)
• Cristo y el mundo nuevo (Capítulos 20—22).
• Cristo y el mundo antiguo (Capítulos 4—19)
• Cristo y el mundo nuevo (Capítulos 20—22).
En los evangelios
vemos a Cristo sirviendo y sufriendo. En el libro de los Hechos lo vemos
vivo para siempre, obrando a través de su Iglesia. En el Apocalipsis,
es el Héroe supremo, que derrota a todos sus enemigos.
Al observar la lucha
entre el bien y el mal y los puntos más críticos de este drama,
recibimos con profundo aprecio la imagen de Jesús como el futuro
ejecutor de la justicia divina y el dispensador de la retribución y de
las recompensas. Aquí se hace la presentación del Rey y su reino, y de
cómo el Rey toma por la fuerza lo que le corresponde.
Cristo es la clave
del libro; el Espíritu Santo es nuestro guía y nuestra propia
espiritualidad es la medida de la manera en que podemos apreciar el
retrato de cuerpo entero de nuestro Salvador.
En muchos sentidos,
el primer capítulo es uno de los más importantes del libro, puesto que
en él se da un sumario de todo lo que va a ocurrir. Los nombres, títulos
y símbolos que se dan de Cristo en este capítulo inicial son
distribuidos y ampliados a través del libro.
Ningún otro libro de
la Biblia descubre la presencia, la Persona y el poder del Señor
Jesucristo como lo hace el Apocalipsis, que se declara como un panorama
maravilloso de nuestro Señor mismo y no meramente de los sucesos
relacionados con su triunfo. El libro se abre con Cristo como el
revelador de sí mismo (1:1-3). Puesto que es la revelación de
Jesucristo, el libro adquiere un significado superior y se hace
inmensamente importante. Aquí Él es descrito como la figura central, que
posee las llaves del destino. A pesar de los demonios y los hombres
malvados, Cristo avanza invencible a través del fascinante y veloz drama
del libro. Tome nota de las presentaciones autoritativas de Cristo en
los "Yo soy" del primer capítulo y compárelas con los "Yo soy" que da
Juan en su evangelio.
Una de las características especiales de este primer capítulo
es el cuadro auténtico que nos da de Jesucristo. Hay aquí un retrato que
ningún artista ha sido capaz de pintar. El capítulo abunda en títulos y
superlativos y los utiliza para describir a Aquél que no tiene
comparación.
Lewis Sperry Chafer
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