NUESTRO FUNDAMENTO:
LA
RESURRECCIÓN DE CRISTO
“Y el Dios de
paz que trajo de vuelta de los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de
las ovejas, por la sangre del pacto eterno”(Heb. 13:20, Versión inglesa King
James). Considero que la referencia que el apóstol hace a la liberación de
Cristo de la tumba es el fundamento sobre el cual el apóstol basa la petición
que sigue. Creo que este es uno de los versículos más importantes del Nuevo
Testamento, así que voy a poner toda mi atención en cada una de sus palabras
tanto más si se considera que en la actualidad la gente casi no entiende parte
de su maravilloso contenido. Primero observaremos el carácter con que el Señor
es presentado aquí; en segundo lugar, examinaremos la obra de Dios, al
levantarlo de los muertos; en tercer lugar, la conexión entre esa obra y su
oficio como “Dios de paz”; cuarto, cómo
es que la causa meritoria de ello fue 1a sangre del pacto eterno"; y
quinto, la poderosa motivación que los méritos de la obra de Cristo producen,
para alentar a los santos a acercarse confiadamente al trono de la gracia donde
podrán obtener misericordia y hallar gracia para el tiempo de necesidad. Que el
Espíritu Santo se digne ser nuestro Guía al ponderar en oración esta parte de
la Verdad.
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