II. LA
NATURALEZA DEL HOMBRE
1. La
trinidad del hombre
De acuerdo a lo que se nos dice en Génesis_2:7,
el hombre está compuesto de dos substancias: la sustancia Mt.erial, denominada
cuerpo, y la sustancia inMt.erial, o su alma. El alma proporciona vida al
cuerpo, y cuando el alma es quitada, el cuerpo muere. Mas de acuerdo a lo que
se nos dice en 1 Tesalonicenses 5:23
y Hebreos_4:12, el hombre está compuesto de tres substancias: espíritu, alma y
cuerpo, y algunos exegetas bíblicos han defendido esta tricotomía, frente a la
dicotomía, o sea la doctrina de aquellos que sostienen que solamente dos partes
constituyen al hombre. Ambos puntos de vista son correctos cuando se los
entiende como corresponde. El espíritu y alma representan dos lados o partes de
la sustancia no física del hombre; o, expresándolo de otra manera, el espíritu
y el alma representan dos modos en los cuales opera la naturaleza espiritual.
Aunque separados, el espíritu y el alma no son separables. Se saturan y
compenetran mutuamente. En virtud del hecho de que están tan íntimamente
relacionados, los vocablos "espíritu" y "alma" se emplean con
frecuencia en forma intercambiable, Eclesiastés_12:7; Ap.ocalipsis_6:9; de
manera que en un lugar la sustancia espiritual del hombre se describe como alma
(Mt._10:28), y en otro lugar como espíritu. (Santiago_2:26).
Aunque se intercambian con frecuencia en el uso, los términos espíritu y alma
tienen distintos significados. Por ejemplo, el "alma" es el hombre
visto con relación a su vida presente. A las personas fallecidas se las
describe como "almas" cuando el escritor hace referencia a su vida
pAp.ia. Ap.ocalipsis_6:9-10; Ap.ocalipsis_20:4. "Espíritu" es el
vocablo común que se emplea para describir a los que han pasado a la otra vida.
Los Hechos_23:9; Los Hechos_7:59; Hebreos_12:23; Lucas_23:46; 1 Pedro_3:19.
Cuando una persona es "arrebatada" transitoriamente fuera del cuerpo
(2 Corintios_12:2) se dice que está "en el espíritu."
Ap.ocalipsis_4:2; Ap.ocalipsis_17:3.
Porque es "espíritu", es cAp.az de tener conciencia de Dios, y de
tener comunión con Dios; porque es "alma" tiene conciencia de sí;
porque es "cuerpo" tiene, mediante los sentidos, conciencia del
mundo. - Scofield.
2. El
espíritu humano
En todo ser humano habita un espíritu dado por Dios, en forma individual.
Números_16:22; Números_27:16. Este espíritu fué formado por el Creador en la
parte interior de la naturaleza del hombre, y es cAp.az de renovación y
desarrollo. Salmos _51:10. El espíritu es centro y fuente de vida del hombre.
El alma es dueña de esta vida y la usa, y por medio del cuerpo la expresa. En
el principio Dios alentó el espíritu de vida en el cuerpo inanimado y el hombre
se convirtió en alma viviente. De manera entonces que el alma es un espíritu
que habita en un cuerpo, o un espíritu humano que opera por medio del cuerpo.,
y la combinación de ambos constituye al hombre en "alma." El alma
sobAp.ive a la muerte, porque es vitalizada por el espíritu, y sin embargo
ambos, el alma y el espíritu son inseparables porque el espíritu está
entretejido en la trama misma del alma. Están fundidos, amalgamados, si se nos
permite el vocablo, en una sola sustancia.
El espíritu es lo que distingue al hombre de todas las cosas creadas conocidas.
Contiene vida humana (e inteliGn.cia, Proverbios_20:27; Job_32:8) en contra
distinción con la vida animal. Los animales tienen un alma (Gn._1:20, en el
original hebreo) pero no espíritu. En Eclesiastés_3:21 parece que se hace
referencia al principio de vida tanto en el hombre como en las bestias. Salomón
registra una pregunta que se formuló cuando se había Ap.artado de Dios. A
diferencia del hombre, por lo tanto, los animales no pueden conocer las cosas
de Dios. (1 Corintios_2:11; 1Co_14:2; Efesios_1:17; Efesios_4:23) y no pueden
entrar en relaciones personales con él. Juan_4:24. El espíritu del hombre, cuando
es habitado por el Espíritu de Dios (Rm.anos_8:16), se convierte en centro de
adoración (Juan_4:23-24); de oración, canciones, bendiciones (1Co_14:15), y
servicio, (Rm.anos_1:9; Filipenses_1:27).
El espíritu, puesto que representa la naturaleza mas eLv.ada del hombre, está
relacionado con la cualidad de su carácter. Aquello que adquiere dominio de su
espíritu se convierte en un atributo de su carácter. Por ejemplo, si permite
que el orgullo lo domine, se dice que tiene espíritu altivo. Proverbios_16:18.
De acuerdo a las influencias respectivas que lo controlan, un hombre puede
tener un espíritu perverso (Isaías_19:14), un espíritu provocador, irritable
(Salmos_106:33), un espíritu precipitado (Proverbios_14:29), un espíritu
agitado (Génesis_41:8), un espíritu contrito y humillado. Isaías_57:15;
Mt._5:3. Quizá esté bajo el espíritu de servidumbre (Rm.anos_8:15), o impelido
por el espíritu de celo. Números_5:14. Debe, por lo tanto, custodiar el
espíritu, (Malaquías_2:15) enseñorearse de su espíritu (Proverbios_16:32),
mediante el arrepentimiento hacerse un nuevo espíritu (Ezequiel_18:31) y
confiar en Dios para que cambie su espíritu. Ezequiel_11:19.
Cuando las malas pasiones dominan al hombre, y éste manifiesta un espíritu
perverso, ello significa que la vida natural, o del alma ha destronado al
espíritu. El espíritu ha luchado y ha perdido la batalla. El hombre es presa de
sus sentidos naturales y Ap.etitos, y es "carnal". El espíritu no
ejerce ya su dominio de la situación, y su carencia de poder se describe como
un estado de muerte. De ahí que sea necesario un nuevo espíritu
(Ezequiel_18:31; Salmos_51:10); y solamente aquél que sopló en el cuerpo
del hombre el hálito de vida, puede impartir al alma del hombre una
nueva vida espiritual, en otras palabras, reGn.erarlo. Juan_3:18; Juan_20:22;
Colosenses_3:10. Cuando esto ocurre, el espíritu del hombre ocupa un lugar de
ascendencia y el hombre se convierte en "espiritual". Sin embargo, el
espíritu no puede vivir de sí mismo, sino que debe buscar constante renovación
mediante el Espíritu de Dios.
3. El
alma humana
a.
La naturaleza del alma. El alma es el principio vivificante e
inteliGn.te que anima al cuerpo humano, empleando los sentidos corporales como
sus aGn.tes en la exploración de las cosas Mt.eriales, y los órganos corporales
para expresión de sí misma y comunicación con el mundo exterior. Debe su
existencia al hálito sobrenatural del Espíritu de Dios. La podemos describir
como espiritual y viviente puesto que procede de Dios; la describimos como
natural, puesto que opera por medio del cuerpo. Y sin embargo, no debemos
pensar que el alma es parte de Dios, puesto que el alma peca. Es mas
correcto afirMr. que es el don y obra de Dios. Zacarías_12:1.
Deben de observarse cuatro distinciones, a saber: (1) El alma distingue la vida
del hombre y de la bestia de las cosas inanimadas y también de la vida inconsciente
de las plantas.
Tanto el hombre como la bestia tienen almas (en Génesis_1:20 la frase
"anima viviente" significa "alma" en el original). Podemos
decir que las plantas tienen alma (refiriéndonos al principio de vida) pero no
es un alma consciente. (2) El alma distingue al hombre de los animales.
Los animales tienen alma, pero es un alma terrena que perece al morir el
cuerpo. Eclesiastés_3:21. El alma del hombre es de una cualidad diferente,
puesto que está vivificada por el espíritu humano. "Toda carne no es la
misma carne," de manera que es así también con el alma. Hay un alma humana
y un alma animal.
Es evidente que el hombre hace lo que los animales inferiores no pueden hacer,
no importa qué inteliGn.te sean. Su inteliGn.cia es la del instinto, y no de la
razón. Tanto el hombre como el animal construyen casas. Pero el hombre ha
progresado hasta construir catedrales, escuelas, y rascacielos, mientras que
los animales construyen en la
Hch.ualidad precisamente en la misma forma que lo hicieron
cuando Dios los creó. Hay animales que chillan (como los monos) otros que
cantan (como los pájaros) y otros que hablan (como los loros) ; pero solamente
el hombre produce arte, literatura, música e invenciones científicas. El
instinto de los animales puede manifestar la sabiduría del Hacedor, pero solo
el hombre puede conocer y adorar a su Creador.
A fin de ilustrar con más amplitud el eLv.ado sitial que ocupa el hombre en la
escala de la vida, distingamos cuatro grados de vida, que superan en nobleza
unos a otros a medida que se independizan de la Mt.eria. En primer
lugar, la vegetativa, que necesita órganos Mt.eriales para asimilar los
alimentos; en segundo lugar, la sensitiva, que emplea los órganos para percibir
y establecer contHch.o con lo Mt.erial; en tercer lugar, la intelectual, que
percibe el significado de las cosas mediante pensamiento lógico, y no meramente
por los sentidos; en cuarto lugar, la vida moral, que concierne a la ley y la
conducta. Los animales tienen vida vegetativa y sensitiva; el hombre tiene vida
vegetativa, sensitiva, intelectual y moral. (3) El alma distingue a un hombre
de otro, y forma de esa manera la base de la individualidad. El vocablo
"alma" es por lo tanto empleado con frecuencia en el sentido de
"persona". En Éxodo_1:5 las "setenta almas" significa
setenta personas. En Rm.anos_13:1 "toda alma" significa toda persona.
En la Hch.ualidad
hemos adoptado este empleo del vocablo cuando decimos: "No se veía ningún
alma". (4) El alma distingue al hombre no solamente de los órdenes
inferiores sino también de los órdenes superiores de la vida. No hallamos
referencia alguna con respecto al alma en los ángeles, porque no tienen cuerpos
similares a los de los seres humanos. El hombre se convirtió en "ánima
viviente" es decir, un alma que satura un cuerpo terrenal sujeto a
condiciones terrenales. Se describe a los ángeles como espíritus,
(Hebreos_1:14) porque no están sujetos a condiciones Mt.eriales o limitaciones.
Por razón similar, son espíritus creados y finitos, mientras que Dios es un
Espíritu eterno e infinito.
b. El oriGn. del alma. Sabemos que la primera alma existió como resultado del
soplo de Dios, que transmitió al hombre un hálito de vida. Mas, ¿cómo se han
formado las almas desde entonces? Los estudiosos de la Biblia se dividen
Gn.eralmente en dos grupos, a saber: (1) un grupo afirma que cada alma
individual no es recibida de los padres, sino que es creación divina inmediata.
Citan los siguientes versículos: Isaías_57:16; Eclesiastés_12:7; Hebreos_12:9;
Zacarías_12:1. (2) Otros piensan que el alma es transmitida por los padres.
Señalan que la transmisión de la naturaleza pecaminosa de Adán a la posteridad
milita contra la doctrina de la creación divina del alma; asimismo arguyen en
favor el hecho de que las carHch.erísticas de los padres son transmitidas a los
hiJs.. Citan los versículos siguientes: Juan_1:13; Juan_3:6; Rm.anos_5:12; 1
Corintios_15:22; Efesios_2:3 y Hebreos_7:10.
El oriGn. del alma puede explicarse mediante la cooperación del Creador y los
padres. En el comienzo de una nueva vida, la creación divina y el empleo
creador de ciertos medios operan juntos. El hombre enGn.dra al hombre en
cooperación con el Padre de los espíritus. El poder de Dios controla y satura
el mundo (Los Hechos_17:28; Hebreos_1:3) de manera que todos los seres nacen de
acuerdo a las leyes que él ha ordenado. Por lo tanto los procesos normales de
reproducción humana ponen en movimiento esas leyes divinas de vida que hacen
que el alma humana nazca en el mundo.
El oriGn. de todas las formas de vida está rodeado de misterio
(Eclesiastés_11:5; Salmos_139:13-16; Job_10:8-12), y esta verdad nos debe de
advertir en el sentido de no conjeturar más allá de los límites delineados por
las declaraciones bíblicas.
c. Alma
y cuerpo. Las relaciones del alma con el cuerpo pueden ser descritas e
ilustradas como sigue: (1) El alma es la tenedora o portadora de la vida.
Figura en todo aquello que pertenece al sostenimiento, riesgo y pérdida de la
vida. Es por ello que en muchos casos el vocablo "alma" se ha
traducido "vida". Compare Génesis_9:5; 1 Reyes_19:3; 1 Reyes_2:23; Proverbios_7:23;
Ex_21:23; Los Hechos_15:26. La vida es la saturación del cuerpo con el alma.
Cuando el alma ha desAp.arecido, el cuerpo no existe tampoco; todo lo que queda
es un grupo de partículas Mt.eriales en estado de rápida descomposición. (2) El
alma satura y habita toda parte del cuerpo y afecta más o menos directamente
todas sus partes. Ello explica por qué las Sagradas Escrituras atribuyen
sentimientos al corazón, los riñones, (Salmos_73:21; Job_16:13;
Lamentaciones_3:13; Proverbios_23:16; Salmos_16:7; Jeremías_12:2; Job_38:36),
entrañas, (Filemón_1:12; Jeremías_4:19; Lamentaciones_1:20; Lamentaciones_2:11;
Cantares_5:4; Isaías_16:11) vientre, (Habacuc_3:16; Job_20:23; Juan_7:38). Esta
misma verdad que el alma satura el cuerpo explica por qué en muchos lugares se
presenta al alma realizando Hch.os corporales. Proverbios_13:4; Isaías_32:6;
Números_21:4; Jeremías_6:16; Génesis_44:30; Ezequiel_23:17; Ezequiel_23:22;
Ezequiel_23:28. "Mi interior" o frase equivalente es la terminología
que se emplea con frecuencia para describir los órganos internos saturados por
el alma. Isaías_16:11; Salmos_51:6; Zacarías_12:1; Isaías_26:9; 1 Reyes_3:26.
Estos versículos describen las partes internas como centro de los sentimientos,
de la experiencia espiritual y la sabiduría. Pero nótese que no es el tejido
Mt.erial el que piensa y siente, sino el alma que opera por medio de los
tejidos. Hablando estrictamente, no es el corazón de carne, sino el alma por
medio del corazón la que siente. (3) Por medio del cuerpo, el alma recibe sus
impresiones del mundo exterior. Las impresiones son recibidas por los sentidos
(la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tHch.o) y transmitidas al cerebro
por medio del sistema nervioso. Por medio del cerebro, el alma trabaja esas
impresiones, enviando órdenes a las diversas partes del cuerpo por medio del
cerebro y el sistema nervioso. (4) El alma establece contHch.o con el mundo por
medio del cuerpo, el cual es el instrumento del alma. Los Hch.os sensitivos,
intelectuales y volitivos y otros son las Hch.ividades del alma, o del ser
mismo. Soy "yo" el que ve, y no meramente los oJs.; soy
"yo" el que piensa, y no meramente el intelecto; soy "yo"
el que arroja la pelota y no meramente el brazo; soy "yo" el que
peca, y no meramente la lengua o los miembros. Cuando un órgano es dañado, el
alma no puede funcionar como debe por medio de el; en caso de lesión cerebral,
puede producirse la locura. El alma queda cual hábil músico con un instrumento
roto o dañado.
d. El
alma y el pecado. El alma vive su vida natural por medio de lo que, por
falta de término más adecuado, denominaremos los instintos. Estos instintos son
la fuerza motriz de la personalidad, de la cual el Creador ha dotado al hombre
a fin de cAp.acitarlo para su existencia terrena (de la misma manera que le ha
dotado de facultades espirituales para cAp.acitarle para la existencia
celestial). Los denominamos instintos porque son estímulos naturales
implantados dentro de la criatura para cAp.acitarla para hacer instintivamente
lo que es necesario para el oriGn. y la preservación de la vida natural. El
Dr. Leander Keyser dice lo siguiente: "Si el niño recién nacido no tuviera
ciertos instintos al comenzar su vida, no podría sobAp.ivir ni con el mejor
cuidado médico o paterno."
Notemos los cinco instintos mas importantes: Primero, el instinto de
conservación, que nos advierte del peligro y nos cAp.acita para cuidarnos y
protegernos. Segundo, el instinto de adquisición, que nos lLv.a a adquirir
aquello que nos es necesario para la subsistencia. Tercero, el instinto del
hambre y de la sed que nos estimula a buscar alimentos y satisfacer el hambre
natural. Cuarto, el instinto de reproducción o sexual, por el cual se perpetúa
la raza. Finalmente, el instinto de dominación, que conduce a desplegar ese
espíritu de iniciativa y afirmación necesario para cumplir la vocación y
responsabilidad de uno.
La historia del Ap.estimiento del hombre de estos instintos por el Creador se
encuentra en los primeros dos cAp.ítulos del Génesis. El instinto de
conservación está implicado en la prohibición y advertencia
que
dice: "Más del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de el, ni le tocaréis, porque no muráis." El instinto de la
adquisición es evidente al recibir Adán de manos de Dios el hermoso
huerto
de Edén. El instinto de buscar alimentos queda expuesto en las palabras: "
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está
sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que
da
semilla; os serán para comer." Se hace referencia al instinto de
reproducción en las siguientes declaraciones: "varón y hembra los creó. Y
los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos." El quinto
instinto,
el de dominio, está indicado en el mandamiento que dice:"llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread."
Dios ordenó que las criaturas inferiores se gobiernen primeramente por
instinto. Empero el hombre fué honrado con el don del libre albedrío y de la
razón, por medio de los cuales se disciplinaría y se convertiría en árbitro de
su propio destino. En calidad de guía para regular las facultades del hombre,
Dios impuso una ley. El entendimiento del hombre con respecto a esta ley
produjo la conciencia. Cuando el hombre escuchó la ley, tenía una
conciencia instruida; cuando desobedeció a Dios, sufrió los efectos de una
conciencia que le acusaba. En la narración relativa a la tentación (Gn. 3)
leemos de qué manera el hombre se rindió a la concupiscencia de la carne, y la
soberbia u orgullo de la vida (1 Juan_2:16), y usó sus poderes contrarios a la
voluntad de Dios. El alma a sabiendas y de buena voluntad empleó el cuerpo para
pecar contra Dios. Esta combinación del alma pecante con un cuerpo humano
constituye lo que se conoce como "el cuerpo de pecado," (Rm.anos_6:6)
o la carne. Gálatas_5:24. La inclinación o deseo del alma en el empleo del
cuerpo de esta manera se describe con la frase "intención de la
carne," (Rm.anos_8:7). Porque el hombre pecó con el cuerpo, será juzgado
de acuerdo a lo "hecho por medio del cuerpo," 2 Corintios_5:10. Esto
envuelve una resurrección. Juan_5:28-29.
Cuando la "carne" es condenada, no se hace referencia al cuerpo
Mt.erial (los tejidos Mt.eriales no pueden pecar) sino al cuerpo empleado por
el alma pecante. Es el alma la que peca. Cortad la lengua calumniadora, y el
calumniador quedará aún en pie; amputad la mano al ladrón, y seguirá siendo
ladrón todavía en su corazón. Los impulsos pecaminosos del alma son los
que se deben destruir, y esa es la obra del Espíritu Santo. Compare
Colosenses_3:5; Rm.anos_8:13.
La "carne" debe definirse como la suma total de todos los instintos
del hombre, no como fueron recibidos por primera vez del Creador, sino después
de haber sido torcidos y convertidos en anormales por el pecado. Es la
naturaleza humana en su condición caída, debilitada y desorganizada por la
herencia racial derivada de Adán, y debilitada y pervertida por Hch.os
conocidos de pecado. Representa la naturaleza humana no reGn.erada, cuyas
debilidades son disculpadas con frecuencia con las palabras: "Es la
naturaleza humana después de todo."
El la perversión de los instintos y las facultades con las cuales Dios ha
dotado al hombre lo que constituye la base del pecado. Por ejemplo, el egoísmo,
la susceptibilidad, la envidia, el enojo son corrupciones del instinto de
conservación. El robo y la codicia son corrupciones del instinto de
adquisición. "No robarás," y "no codiciarás," significan:
"No corRm.perás en instinto de adquisición." La glotonería es la
desnaturalización del instinto de buscar alimentos, y por lo tanto es pecado.
La impureza es perversión del instinto de reproducción. La tiranía, la
injusticia y el espíritu contencioso constituyen abusos del instinto de
dominación. vemos entonces que el pecado es fundamentalmente el abuso o
desnaturalización de las fuerzas con las cuales Dios nos ha dotado.
Y notemos las consecuencias de esta corrupción: En primer lugar, una conciencia
culpable, que le dice al hombre que ha deshonrado a su Hacedor, y le advierte
con respecto al terrible castigo. En segundo lugar, la desnaturalización de los
instintos reacciona contra el alma, debilitando la voluntad, iniciando y
fortaleciendo malos hábitos, y creando males del carácter. Pablo hace una lista
de la perversidad del alma en Gálatas_5:19-21 : "Y manifiestas son las
obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes." Pablo considera esto tan serio que añade las palabras:
"Los que hace tales cosas no heredarán el reino de Dios."
Bajo la culpabilidad y el poder del pecado, el alma muere en delitos y pecado.
Efesios_2:1. Situada entre el cuerpo y el espíritu, entre lo superior e
inferior, entre lo terreno y lo espiritual, ha escogido incorrectamente. Mas la
elección no ha producido beneficio, sino perdición eterna. Mt.eo_16:26. Se ha
realizado el mal negocio de Esaú: el trueque de una bendición espiritual por
algo terreno y perecedero. Hebreos_12:16. A la muerte, un alma semejante debe
pasar a la otra vida "contaminada." Judas_1:23.
Empero existe un remedio - la doble curación - tanto para la culpabilidad como
para el poder del pecado. (1) Puesto que el pecado es una ofensa contra Dios se
necesita la expiación para remover la culpabilidad, y limpiar la conciencia. La
provisión del evangelio es la sangre de Jesucristo. (2) Puesto que el pecado provoca
la enfermedad del alma y el desorden en el ser del hombre, se necesita una
fuerza sanadora y correctiva. Ese poder es proporcionado mediante la operación
interna del Espíritu Santo que corrige la perversidad de nuestra naturaleza, y
pone en movimiento, en nuestro interior, fuerzas en la dirección que
corresponde. Los resultados, ("frutos") son "amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza."
Gálatas_5:22-23. En otras palabras, el Espíritu Santo nos hace justos,
palabra que en idioma hebreo significa, literalmente, "recto." Pecado
equivale a tener el alma torcida, la justicia es rectitud del alma.
e. El
alma y el corazón. Tanto en las Sagradas Escrituras como en el uso común,
el vocablo "corazón" denota dentro de todo. Dt.teronomio_4:11;
Mt.eo_12:40; Éxodo_15:8; Salmos_46:2; Ezequiel_27:4; Ezequiel_27:25-27. El
"corazón" del hombre es por lo tanto el centro mismo de su
personalidad. Es el centro de la vida física. El Dr. Beck dice lo siguiente:
"El corazón es lo primero que vive. El primer movimiento es señal segura
de vida, su detención, señal segura de muerte." Es también la fuente y
lugar de converGn.cia de todas las corrientes de la vida, tanto espirituales
como del alma. Lo podemos describir como la parte más profunda de nuestro ser,
la "sala de máquinas" por así decirlo, de la personalidad, de donde
proceden esos impulsos que determinan el carácter y la conducta del hombre. (1)
El corazón es el centro de la vida de los deseos, voluntad y juicio. El amor,
el odio, la determinación, la buena voluntad, la alegría (Salmos_105:3) están
relacionados con el corazón. El corazón conoce, entiende, (1 Reyes_3:9),
delibera, valúa, calcula; se dice que uno fija el corazón en algo, o lo inclina
hacia algo, que es dirigido hacia algo, o presta atención a algo. Todo aquello
que causa impresión en el alma se dice que está tallado o escrito en el
corazón. El corazón es el depósito de todo lo que se oye o experimenta
(Lucas_2:51). El corazón es la "fábrica," por así decirlo, donde se
forman los pensamientos, y los propósitos, ya sean buenos o malos. Lea por
ejemplo Salmos_14:1; Mt.eo_9:4; 1 Corintios_7:37; 1 Reyes_8:17. (2) El corazón
es el centro de la vida de las emociones. Al corazón se le atribuyen todos los
grados de gozo, desde el placer, (Isaías_65:14) al transporte y a la exaltación
(Los Hechos_2:46); toda la escala del dolor, desde el descontento
(Proverbios_25:20) y la tristeza, (Juan_14:1), hasta la angustia que traspasa,
agobia y abruma (Salmos_109:22; Los Hechos_21:13;) todos los grados de la mala
disposición, desde el disgusto y la ira, (Pro_23:17) hasta la furia rabiosa
(Hch._7:54) y el deseo ferviente de vengarse (Dt.teronomio_19:6); todo el orden
del miedo, desde el temor Ap.erencial, (Jeremías_32:40) hasta el terror ciego
(Dt.teronomio_28:28). El corazón desfallece de angustia (Js.ué_5:1), se
debilita por el desánimo (Lv.íticos_26:36), desfallece ante el peso de la
tristeza, (Salmos_102:4) es quebrantado y Ap.lastado por la adversidad
(Salmos_147:3), y es consumido por un fuego sagrado. Jeremías_20:9. (3) El
corazón es el centro o eje de la vida moral. Puede concentrarse en el corazón
el amor a Dios (Salmos_73:26), u orgullo blasfemo, (Ezequiel_28:2,
Ezequiel_28:5). El corazón es el "taller" de todo lo que es bueno o malo
en los pensamientos, palabras y hechos. Mt.eo_15:19. Es el lugar de
converGn.cia o reunión de los buenos impulsos o los malos deseos o lujuria, el
lugar donde está depositado lo bueno o lo malo. Según lo que lo llena, el
corazón habla o acciona. Mt.eo_12:34-35. Es el lugar donde originalmente fué
escrita la ley de Dios (Rm.anos_2:15) y donde la misma ley es renovada por la
operación del Espíritu Santo. Hebreos_8:10. Es allí donde reside la conciencia
(Hebreos_10:22) y todos los testimonios de la conciencia le son asignados a el.
1 Juan_3:19-21. Con el corazón el hombre cree, (Rm.anos_10:10) o no cree,
(Hebreos_3:12). Es el terreno en donde se siembra la Palabra divina.
Mt.eo_13:19. Según las decisiones que adopta, se deja inspirar de Dios (2
Corintios_8:16) o Satanás. Juan_13:2. Es la habitación de Cristo (Efesios_3:17)
y del Espíritu (2 Corintios_1:22) y de la paz de Dios (Colosenses_3:15).
Es el receptáculo, podríamos decir, del amor de Dios (Rm.anos_5:5), el lugar
donde nace la luz celestial, (2 Corintios_4:6) el lugar íntimo de la comunión
secreta con Dios. Efesios_5:19. Es un misterio profundo que solamente Dios
puede sondear Jeremías_17:9.
Fue en vista de las posibilidades tremendas encerradas en la vida
afectiva o del corazón del hombre, que Salomón pronunció la advertencia.
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de el mana la
vida." Proverbios_4:23.
f. Alma y sangre. "Porque la vida" (literalmente
"alma") "de la carne en la sangre está." Lv.íticos_17:11.
Las Sagradas Escrituras nos enseñan que tanto en el hombre como en la bestia la
sangre es la fuente y sustentación de la vida física. Lv.íticos_17:11;
Lv.íticos_3:17; Dt.teronomio_12:23; Lamentaciones_2:12; Génesis_4:10;
Hebreos_12:24; Job_24:12; Ap.ocalipsis_6:9-10; Jeremías_2:34; Proverbios_28:17.
Según las palabras de Harvey, el médico británico que descubrió la circulación
de la sangre: "Es la primera que vive, y primera que muere; y la sede o
asiento priMr.io del alma. Vive y se alimenta de sí misma, y por ninguna otra
parte del cuerpo." En Los Hechos_17:26 y Juan_1:13, se presenta a la
sangre como el Mt.erial original del cual procede el organismo humano. Usando
al corazón como bomba, y a la sangre como portadora de vida, el alma envía
vitalidad y alimentos a todas partes del cuerpo.
El lugar del ser en la escala de la vida determina el valor de la sangre.
Primero viene la sangre de animales; de mayor valor es la sangre del hombre,
porque lLv.a en sí misma la imaGn. de Dios (Génesis_9:6); de estimación
especial ante los oJs. de Dios es la sangre de los inocentes y los mártires
(Génesis_4:10; Mt.eo_23:35); y mas valiosa que todas es la sangre de Cristo (1
Pedro_1:19; Hebreos_9:12), y de valor infinito porque está unida a la Deidad. Mediante
la misericordiosa ordenación de Dios, la sangre se convierte en un medio de
expiación, cuando es rociada en el altar de Dios. "Y yo os la he dado para
hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará
expiación de la persona." Lv.íticos_17:11.
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