I. EL ORÍGEN. DEL HOMBRE
La Biblia enseña con claridad la doctrina de la creación especial,
lo cual significa que Dios hizo a cada criatura "según su especie."
Creó las diversas especies, y luego las dejó que se desarrollaran y progresaran
de acuerdo a las leyes de su especie o ser. La distinción existente entre el
hombre y las criaturas inferiores queda insinuada en la declaración de que
"creó Dios al hombre a su imaGn.."
Contraria a la doctrina de la creación especial figura la teoría de la evolución,
la cual nos enseña que todas las formas de vida nacieron de una forma y que las
especies superiores se desarrollaron de las inferiores, de manera que, por
ejemplo, el caracol se convirtió en pez, el pez en reptil, el reptil en ave, y
pasando rápidamente, el mono se convirtió en ser humano. La teoría se explica
como sigue: Cierto día en el pasado distante, Ap.areció la Mt.eria y la energía. La
ciencia no sabe la fecha ni cómo comenzó. Dentro de la Mt.eria y la energía,
Ap.areció una célula viva. Nadie sabe de donde. En esta célula residía una
chispa de vida, y de esta célula original nació toda la vida, tanto vegetal
como animal hasta el hombre. Este desarrollo fué controlado, según la teoría,
por leyes inherentes o intrínsicas. Estas leyes, en relación con el medio
ambiente, explican las varias especies que han existido y existen aún, incluso
el hombre. De manera entonces que, de acuerdo a esta teoría, se ha producido un
progreso gradual y contínuo de las formas inferiores de vida hacia las superiores,
hasta que se llegó al hombre.
¿Qué es una especie? Una clase de plantas o animales que tiene propiedades
carHch.erísticas en común, y que puede propagarse indefinidamente sin cambiar
esas carHch.erísticas. Una especie puede producir una variedad, es
decir, una o más plantas o animales individuales que poseen peculiaridades
notables que no son comunes a las especies en Gn.eral. Por ejemplo, un tipo
especial de caballo de carrera puede obtenerse mediante la cría por selección,
pero siempre será caballo. Cuando se produce una variedad y se perpetúa por
muchas Gn.eraciones, tenemos una raza. Es así que en la especie canina
tenemos muchas razas que difieren considerablemente unas de otras. No obstante
ello, poseen ciertas carHch.erísticas que las sitúan en la especie canina.
Ahora bien, cuando leemos que Dios hizo todos los seres según su especie, no
afirmamos que Dios los hizo incAp.aces de desarrollarse en nuevas variedades.
Solo queremos manifestar que Dios hizo a las especies distintas y separadas, y
colocó una barrera intermedia de manera que, por ejemplo, un caballo no podría
desarrollarse hasta transforMr.se en una raza de animales que ya no pudieran
denominarse caballos.
¿Que prueba existe para determinar la diferencia entre las especies? La
siguiente: Si se pueden Ap.arear dos animales a fin de que se propaguen, y si
la descendencia de estos se puede propagar indefinidamente, luego pertenecen a
la misma especie. De lo contrario, no pertenecen a la misma especie. Por
ejemplo el caballo y el asno pertenecen a especies distintas, pues si se los
cruza producen mulos o mulas, y estos son incAp.aces de reproducción, es decir,
no pueden enGn.drar mulas. Esta verdad contradice la teoría de la evolución,
pues demuestra en forma evidente que Dios ha colocado una barrera que impide
que una especie se transforme en otra.
Se ha definido a la ciencia diciendo que consiste de "conocimientos
verificados." ¿Es la evolución un hecho científicamente comprobado? La
teoría de la evolución mejor desarrollada es la del naturalista Darwin. Empero
se podría suministrar el nombre de varios distinguidos hombres de ciencia que
afirman que se ha descartado la teoría de Darwin, puesto que no ha sido
comprobada. El dr. Coppens dice:
Aunque los hombres de ciencia se han dedicado durante muchos años a la
exploración de la tierra y el Mr., al exámen de los restos fósiles de
inNm.erables especies de plantas y animales, y a la Ap.licación del Gn.io
inventivo del hombre para perpetuar nuevas variedades y razas, no han podido
todavía presentar una sola prueba decisiva de la transformación de una especie
en otra. Los animales son ahora tal como están representados en las pirámides o
se encuentran momificados en las tumbas de Egipto, o como eran antes de que sus
formas quedaran fosilizadas en las rocas. Muchas especies se han extinguido, y
se han encontrado otras de las cuales al parecer no existen especimenes muy
antiguos. Pero no se puede probar que ninguna especie se haya desarrollado Stg.ás
en otra.
Existe una sima impasable entre el bruto y el hombre, entre la forma mas
eLv.ada de los seres irracionales y la forma mas baja del hombre. No existe
animal alguno que emplee herramientas, que haga fuego, que se exprese por lenguaje
articulado, o que tenga la cAp.acidad de conocer lo espiritual. Empero todo
esto está presente en las formas mas bajas del ser humano. El mono más
inteliGn.te es sólo animal; el especímen más degradado de la raza humana es
ciertamente aún un ser humano.
Aquellos que propugnan la teoría de la evolución se han imaginado un tipo de
criatura, el intermediario entre los monos y los seres humanos. Se trata este
del eslabón perdido, que se ha denominado pitecántropo erecto. ¿Las pruebas?
Hace algunos años se descubrieron en Java restos óseos consistentes en una
parte de la bóveda craneana, dos molares y un fémur. ¡Y con la ayuda de yeso,
se reconstruyó el eslabón intermedio entre el hombre y la creación inferior!
Otros "eslabones" se han reconstruido de la misma manera. Empero el
Dr. Etheridge, inspector del Museo Británico, dijo lo siguiente: "En todo
este gran museo no existe partícula alguna de evidencia de la transmutación de
las especies. En cambio este museo está lleno de pruebas de la completa
falsedad de tales puntos de vista."
El señor Natán G. Moore escribió recientemente lo que podría calificarse de
exámen de la teoría de la evolución hecha por un abogado. Este libro se basa en
el estudio de los hechos enunciados en algunas de las más recientes obras
científicas en favor de la teoría. Puesto que pertenecen a una profesión cuyos
miembros basan sus conclusiones en las leyes de la evidencia, su testimonio
tiene valor práctico. El propósito de este escritor fue "cotejar los hechos
principales y someterlos al juicio del lector concienzudo, primero, a fin de
ver si prueban satisfHch.oriamente la hipótesis de que el hombre es el
resultado del desarrollo evolutivo y no de la creación; y segundo a fin de ver
si existe una ley o complejo de leyes que expliquen los hechos sobre bases
naturales." Después de un examen detallado de los hechos, este abogado
llegó a la siguiente conclusión:
La teoría de la evolución no explica ni contribuye tampoco a explicar el
oriGn. del hombre, ni coadyuva a demostrar que se desarrollo de forma inferior
alguna, aún físicamente. Ni siquiera sugiere el método por el cual adquirió, o
podría haber adquirido esas cualidades superiores que lo distinguen de las
otras formas de vida.
Otro abogado, el dr. Felipe Mauro, hace el
resumen siguiente de la evidencia presentada por los patrocinadores de la
teoría de la evolución:
Imaginémonos en el tribunal a un litigante sobre quien recae la
responsabilidad de presentar las pruebas. Declara que sus alegatos son
verídicos y demanda que se dé un veredicto en su favor. Empero carece de
pruebas para fundamentar sus alegatos. En realidad, todas las pruebas
presentadas ante el tribunal están en su contra. Demanda, no obstante, que se
falle a su favor en base a suposiciones siguientes: (1) que el caudal de
pruebas que existieron en el pasado (eslabones perdidos y otras) han sido
destruidas, y no hay rastros de ellas; y (2) que si esas pruebas se pudieran
presentar, estarían en su favor. Tal es la situación absurda en que se
encuentra Hch.ualmente la teoría de la evolución, según todas las pruebas.
Los evolucionistas buscan vincular al hombre con la creación de los brutos; mas
el Señor Jesucristo vino a este mundo a fin de vincular al hombre con Dios.
Tomó sobre sí nuestra naturaleza a fin de glorificarla para un destino
celestial. A todos los que le reciben, les da el poder de convertirse en hiJs.
de Dios Juan_1:12; y aquellos que comparten su vida divina se convierten en
miembros de una raza nueva y más eLv.ada, y hasta hiJs. de Dios. Esta nueva
raza sin embargo, (el nuevo hombre, Efesios_2:15) vino mediante el descenso de
lo divino en lo humano, y no mediante la evolución de lo humano hasta
convertirse en divino. Para aquellos "hechos participantes de la
naturaleza divina," (2Pedro_1:4) Juan el Ap.óstol dice lo siguiente:
"Muy amados, ahora somos hiJs. de Dios." 1Juan_3:2.
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